Al primer día de julio le antecedieron muchas horas de organización y pensamiento para confabular cuánto tenemos en lo individual, como el fin de crecer en opciones, sanas en su mayoría, para inaugurar un verano, tal como dice su slogan, con amor.
En el Ojo de Agua del Ariguanabo, la Casa de la Música de la Egrem, en Artemisa, la playa El Salado de Caimito, o el campismo El Taburete, de Candelaria…y así sucesivamente en los 11 municipios: Cultura, el Inder, los Joven Club, Comercio, los trabajadores por cuenta propia, las micro, pequeñas y medianas empresas… todos, pusieron su talento para recrear.
¿Quién dice que los pequeños no arman rompecabezas gigantes, no se divierten en carreras de sacos, como hace 20 años, o que las madres no bailan ula ula y los padres simulan payasos?
¿Cuántos pequeños se disfrazaron o vistieron de bailarines para deleitar a otros este primer sábado, cuántos niños decimistas vinieron de Mayabeque para cantar acá, cuántos artistas salieron de la zona de confort para ofrecer su talento en busca de un aplauso, cuántos círculos de abuelos demostraron saberes con un bastón, y cuántas familias dejaron quehaceres para otro día, y se entregaron a la relajación y el disfrute?


La comunidad en transformación Ojo de Agua, en San Antonio de los Baños, fue la sede de las actividades provinciales por el inicio del verano / Foto: Aníbal Ramos Torrente
Es cierto, lo precios nos hicieron fruncir el ceño, lo cual no por costumbre está bien; pero en su contraste, hubo quienes, como Los Marchante, una de esas nuevas empresas, capaces de regalar dulces y panecitos, solo por un gracias colectivo; mientras, un cake gigante se compartía para todos, y un parque procuraba, Libros como jardines, entre la algarabía de los más chicos, al bailar, rodeados de artesanos del patio.
El sol resplandeció, asegurando que el verano llegó, y hasta Etecsa y Correos innovaron un stand, puertas afuera, para quienes quisieron estrenar Transfermóvil u otras aplicaciones, y hubo variedad de materiales escolares, más revistas y afiches, como parte de las opciones de un primer día de vacaciones.
Quienes antes previeron, convocaron y juntaron fuerzas, incluso para la promoción de las actividades: las máximas autoridades de la provincia y de cada municipio, rieron en el lugar, a veces con títeres del más longevo grupo de teatro nuestro, o con juegos de participación; pues, si de algo Artemisa se convenció este inicio, es de lo mucho que podemos hacer, unidos y creativos, por un verano mejor.
Fue solo el primer paso de un camino de 62 días, del cual centenas de artemiseños ya tienen su selfie publicada o un video con miles de reproducciones, y con ansias de repetir.



La Casa de la Musica de Artemisa fue seda de una gran Feria Tecnológica Cultural / Fotos: Otoniel Márquez