Pulso, ritmo, sonido, una y otra vez. Esa es la filosofía del tambor que atrapa y eriza la piel como raíz y africanidad. Su melodía sólo se alcanza a golpe fuerte, gracia y sudor. No permite el sigilo; retumba y obliga a escuchar como elemento distintivo de nuestra cultura y de nuestras raíces.
Guanajay a propósito celebró la primera edición del Festival de Tradiciones que pretende convertirse cada julio en una apuesta por el arte. Llegó para devolver vida a lugares escondidos entre la cotidianidad de la Villa tricentenaria y busca saldar deudas con la rumba, la historia y el tambor Batá, instrumento de la cultura africana arribada a Cuba siglos atrás.
En una jornada el festival de acercó a la negritud en Guanajay durante la conferencia magistral impartida por la doctora Reveca Figueredo Valdés, historiadora del territorio, y representantes de la Sociedad Aponte en Artemisa. Trascendieron en el encuentro, importantes investigaciones sobre la familia esclava en el municipio, así como leyendas y tradiciones.

La doctora Reveca Figueredo Valdés impartió la conferencia magistral / Foto: Alejandro Lóriga
La presentación del libro «Contado en pocas líneas» de la poetisa y escritora Gilda Guimeras Pareja devino encuentro con el pasado pues en sus páginas la autora presenta a personajes, anécdotas, lugares y sucesos que fueron rostros del Guanajay de antaño. Con su seductora manera de escribir Gilda aporta al futuro documental con sus textos y convida a enriquecer el espíritu artístico-literario de sus lectores.
Timbalaye, un festival promotor de la cultura cubana también tuvo su etapa eliminatoria regional prevista en el programa. Niños y adultos demostraron su talento golpe de tambor, y no faltó el homenaje a hombres y mujeres que defendieron la herencia del continente africano en la isla. Los días 11 y 12 de agosto Artemisa será sede del evento que enviará nuestros representantes a la competición nacional.
Yanara Sarría Alemán, directora de Cultura en la Atenas de Occidente refirió que el festival es ejemplo de todo lo que se puede hacer en el territorio. Añadió que en los espacios previstos fue marcado el interés de la población, y todos demostraron por qué África es religión, pero también arte heredada por nuestros antepasados.
«Guanajay tiene una fuerte legado de rumba y aunque en el año existen festivales dedicados a muchas de nuestras tradiciones, este se distingue por los vínculos del continente negro en el pueblo; que no fueron pocos», destacó.
«El proyecto Áfrizon tuvo su espacio en el festival y nos hace sentir orgullosos. En el rostro de los niños se adornó con patrones y símbolos propios de los países africanos. Así también peinados y ritmos que se anclan a movimientos contemporáneos de amplia factura».

En el rostro de los niños patrones y símbolos propios de los países africanos / Foto: Alejandro Lóriga
La galería de arte Orlando Nodarse Verde presenta una muestra del fotógrafo Miguel Ernesto Delgado Valdés quien pone en contexto los colores y formas de la africanidad en la isla caribeña. Durante los próximos días estará abierta al público, y propone a entender las actuales expresiones cubanizadas.
El Festival de Tradiciones de Guanajay volverá en 2024 con nuevas motivaciones aseguran los promotores del certamen. Según los presentes es un suceso único, cargado de simbolismo, rescate y porvenir que no deberá morir por el bien indisoluble de la identidad actual de cubanas y cubanos.

El proyecto Áfrizon tuvo su espacio en el festival / Foto: Alejandro Lóriga