Bolsas de colostomía y colectoras, jeringuillas y agujas desechables, kit para pruebas rápidas para COVID-19, vendas elásticas, antihistamínicos y antinflamatorios, pomadas para la piel, vestuario, entre otros insumos médicos, de oficina y limpieza, entregó al Hospital Ciro Redondo García, de Artemisa, el proyecto A Cuba hay que quererla, que une a los cubanos de aquí y de allá, a través de la solidaridad.
Liderados por el cantante Raúl Torres en el escenario de la red social Facebook, y con su canción A Cuba, como lema, desde los tiempos duros de la pandemia aúnan esfuerzo y voluntades, y han ayudado a muchos que, visiblemente emocionados, agradecen cada gesto, explicó en el centro hospitalario Amado Riol Pires, quien coordina las donaciones y labora en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Se han sumado con donativos tanto cubanos que viven en la Isla, como otros desde Canadá, Estados Unidos, Bélgica, España, Islas Canarias, explica, mientras asegura que han llegado a instituciones de menores sin amparo familiar, damnificados del ciclón Ian, en Pinar del Río y Bahía Honda, en Artemisa, además de centros hospitalarios de estas dos provincias, más La Habana y Matanzas, por citar solo algunos ejemplos.
“Es un ayuda de gran valor, a pesar de ser en mínimas cantidades, pues son insumos que no existen en nuestra red hospitalaria, y se valoran por más de un millón de pesos en moneda nacional”, explica Niurka Larriondo Valdés, directora de la institución general docente.
Horas antes del emotivo donativo, llegó hasta el servicios de Hemodiálisis del Ciro Redondo, Serguei Martínez, al frente de la mipyme Betty y Yenny, elaborador de alimentos, dulcería y panadería, pues se ha hecho habitual su gesto de amor al brindar merienda a pacientes con dificultades renales.
“Hace unos ocho años me sensibilizó el saber de lo crítico de esa enfermedad, y apoyo para mejorar la calidad de vida de los hemodializados, entre otras acciones con quienes por ese padecer, viajan de otros municipios a esta sala”, explica quien fue antes trabajador por cuenta propia.
Incentivar el amor y la solidaridad en vez del odio, o tal como cantara Raúl Torres, «A Cuba hay que quererla, hay que vivirla, antes de tener el mal gusto de herirla», son máximas de la solidaridad, esa actitud inherente a los hombres de buena voluntad, como escribiera Martí.
