Artemisa despierta orgullosa con la noticia de que uno de sus hijos es Premio Nacional de Medioambiente 2023. Le valen incontables razones a dicho lauro, mas es impecable el quehacer de su protagonista; guanajayense, investigador y profesor titular, académico de honor de la Academia de Ciencias de Cuba.
El Doctor en Ciencias Biológicas René Pablo Capote López es, como hace unos días lo definiera Manuel Iturralde Vinent, Premio Nacional de Medioambiente (2015): “una persona con una modestia sincera, sin dobleces, directo y batallador… profundo conocedor de nuestro país y sus bosques”.
A su consideración ¿qué resultados avalan tan alto lauro?
-Fundamentalmente mis contribuciones al conocimiento de la naturaleza cubana. Puedo mencionar, entre otros, los estudios relacionados con la caracterización de los ecosistemas y paisajes cubanos, aportes al establecimiento de las reservas de biosfera en el país como unidades de manejo, el entendimiento de ecosistemas productivos en fincas con enfoque de paisaje, y que recientemente han seguido utilizándose para conformar una nueva figura de conservación llamada corredores biológicos.
Este premio llega en un momento especial para usted: justo con el nacimiento hace unos meses de la filial de la Academia de Ciencias en Artemisa. ¿Cuáles son sus propósitos como investigador, coordinador y organizador?
-La filial ha identificado la necesidad de acercarnos a los jóvenes, porque ellos son una cantera de ciencia, innovación y tecnología. Le permitirán a la provincia desarrollar nuevos emprendimientos y perspectivas.
Tenemos la posibilidad de potenciar los resultados de instituciones de referencia y que a su vez sea nuestra contribución a la ciencia de Cuba. Puedo mencionar a la Universidad de Artemisa, el CIGB Mariel, la UCTB Frutales, y los institutos de investigaciones de Granos y Tabaco, lugares donde nos reinventamos a diario y validamos importantes análisis.
Profesor, ¿qué lo ocupa actualmente?
-La investigación y la academia. En el caso de la primera, trabajo en la interacción de unidades de conservación de naturaleza, áreas de recursos alejados y su relación con unidades productivas en diferentes regiones del país. Así también el propósito de potenciar experiencias recogidas en el proyecto Conectando Paisajes, mirándolas desde la sostenibilidad para ser más eficientes en el aprovechamiento de las tecnologías.
Mi trabajo como experto se basa en investigaciones relacionadas con el cambio climático y la Tarea Vida. He tenido la posibilidad de validar estudios para el desenvolvimiento de patrones de calidad de vida en el país. Y junto a todo ello también se mantienen mis vínculos como docente en las universidades de La Habana y Artemisa, además del Jardín Botánico Nacional.
¿A quién dedica este premio?
-A mí país, que es indetenible cuando hablamos de ciencia, y a quienes han garantizado mi formación para obtener tales resultados.
Un profesor o investigador debe estar consciente de que su luz llega a millones, y por tanto, al recibir este premio considero oportuno mirar hacia una perspectiva común, siempre pensando en la humanidad.