A un encuentro con esos seres mágicos que irradian alegría por doquier en cada hogar; a la cita con la familia y el arte desde lo más genuino, acude Cultura en el barrio, espacio que en la última etapa marca la diferencia en circunscripciones del consejo popular Mariel, para bien de quienes son testigos de esta entrañable propuesta.
“Es una forma más de crear un puente entre la cultura y la comunidad. Nuestro principal objetivo es hacer llegar las diferentes manifestaciones artísticas a la mayor cantidad de escenarios posibles, con espectáculos variados, e interactuar con el público”, comenta Alexis Alfonso Álvarez, promotor cultural e instructor de teatro de la Casa de Cultura Lucas Armenteros, responsable principal de la iniciativa.
“En este espacio mostramos cuanto hacen los talleristas, tanto los instructores y promotores, como quienes acuden a nuestra institución, que también se presentan en estas actividades de barrio”.
Surge a partir de una idea engendrada hace unos 15 años. “En ese momento se conoció como La casa en el barrio; la primera se hizo en la avenida 85, entre 130 y 132 A, donde yo vivía en ese momento, justo un 13 de agosto, a propósito de la celebración del cumpleaños del Comandante en Jefe.
“Posteriormente, estuvimos en algunas zonas de Pinar del Río tras el paso de eventos meteorológicos. Asimismo, nos presentamos en varias comunidades de nuestro municipio como Angosta, Tinaja, Vista del Mar, San Jacinto, La Sabana, entre otras”, precisa.
Desde finales del pasado febrero retomaron la idea, ahora con el nombre de Cultura en el barrio, y para el 10 de marzo tuvo lugar la primera presentación, en la que aprovecharon el área exterior de la escuela primaria Celestino Moreno Fiallo; después, llegaron hasta el barrio de Cocosolo; luego, a la calle San José y, más tarde, a las inmediaciones de la secundaria básica Maputo.
Música, danza, plástica, teatro y literatura se entremezclan en estos encuentros, en los que también se hacen sentir las comparsas del municipio y cobra un gran protagonismo la brigada infantil Moviendo corazones.
Ha sido una actividad de gran aceptación, a la que el INDER se ha vinculado y en la que se pretende insertar a Comercio. Con alrededor de una hora de duración, la intención es hacer una por mes, los últimos jueves.
Ya varias circunscripciones reclaman la presencia del elenco. “A propuesta de los delegados seleccionamos los espacios en los que nos presentamos. Según las solicitudes, tenemos identificados diferentes escenarios en los que actuaremos próximamente”, especifica Papo, como lo conoce la mayoría.
Con el lema “Moviendo corazones” y la premisa de que “El arte como la cultura mueve montañas”, esta puede ser la vía para que los niños que aún no han descubierto la Casa de Cultura se acerquen a la misma.
Según Elsa Delgado Montano, quien está al frente de la Dirección Municipal de Cultura, “si hay algún niño que aún no ha llegado a la Casa de Cultura, ni hemos conocido de sus aptitudes, se le da la oportunidad para su posterior desarrollo como artista. Es, además, una forma de estimular espiritualmente a las personas en el barrio.
“El espacio está en vías de convertirse en una acción comunitaria y según evolucione podrá proponerse como proyecto. Si da resultado se movilizará el elenco artístico hacia otros consejos populares”, agrega.
Cultura en el barrio aún tiene mucho que ofrecerle a los marieleños e, incluso, al público que crece más allá de los límites del municipio, demostrando cuánto puede hacerse desde cada sitio siempre que prime la voluntad y el deseo de entrega.


