Repartiendo fantasías y alegrando corazones va por la vida el proyecto Pinceladas de miel, desde el primero de abril de 2019, iniciativa que reúne a cerca de 40 infantes artemiseños en torno a la pasión por el arte y el crecimiento espiritual.
Su directora Susana Lara Romero, otrora educadora de círculos infantiles y egresada de la especialidad de Educación Musical, le pidió asesoría a Ángel Graverán Pérez, instructor de música y compositor artemiseño, con la inquietud de emprender una iniciativa, al estilo de La Colmenita.
Graverán, que acumula vasta experiencia en el trabajo con los más pequeños, aceptó el reto. “Fuimos a las escuelas a convocar y seleccionar a los niños en tres aspectos fundamentales: música, teatro y danza”.
El talento superó las expectativas de los profes, confiesa el autor de temas musicales como Canción a mi ciudad, que combinan con coreografías montadas por la profesora de danza. También participa en las presentaciones en las comunidades un instructor de artes plásticas de la Casa de la Cultura.
Susana fue metodóloga de Educación artística y atendía a los instructores de arte del municipio. “Me decían entonces que resultaba difícil crear un proyecto cultural, debido a la falta de apoyo de los padres.
“Yo había dirigido una Colmenita en años anteriores. Después de un tiempo de ausencia, decidí retomarla, a petición de muchas personas. Quería demostrar que se podía y lo logramos. Del proyecto han salido niños para las escuelas de arte; la mayoría ya son adolescentes y jóvenes que nos identifican con alegría, lo cual esgratificante.
“Pinceladas de miel, significa pincelada de amor, valores, cultura para los pequeños. La idea surgió de una propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando sugirió en una ocasión que cada municipio tuviera su Colmenita.
“Pienso que debería existir un proyecto así en cada cuadra, porque esta iniciativa puede cambiar muchas vidas. Por ejemplo, tenemos una niña que era atendida por Menores y ya logramos involucrarlas al grupo a ella y su mamá”.
Pero, ¿qué dicen los niños y sus padres sobre esta aventura? Yilian López Cobas, de 9 años, fue de las primeras en La Colmenita artemiseña, donde ha aprendido ejercicios, canciones y ha interpretado varios personajes: hada, abeja, reina, maga y ratón enamorado de la cucarachita Martina.
Sus profesores afirman que aprende canciones a una velocidad increíble, por lo cual aspira a ser intérprete en el futuro.
Mientras, para Rosabel Guerra López esta es la oportunidad de cumplir el sueño de ser artista. “Cantaba frente al espejo y me decía: «quiero formar parte de algún proyecto». Hoy lo mismo soy la cucarachita Martina que una abejita”.
Ailedis Cobas Delgado, la mamá de Yilian, manifiesta su orgullo. “Cuando comenzó era muy traviesa, no se estaba tranquila, pero gracias a la labor de los profesores mejoró su comportamiento y se ha convertido en una de las protagonistas.
“Para mí no es un sacrificio traerla, es un deber, porque donde mi hija se sienta bien, ahí estoy. Fíjese si le gusta, que hasta enferma ha venido a desempeñar sus actuaciones. Incluso, obtuvo primer lugar en el festival Cuba, qué linda es Cuba y primera mención en el evento provincial con el tema El circo y la magia”.
Yosvany Ferrer, el padre de Brianna y Lianna, no se queda detrás. Aprecia con satisfacción cómo la primera “ha perdido el miedo escénico; ambas son mejores personas, pues las actividades de La Colmenita las sensibilizan en el amor a los desvalidos y les inculcan buenos sentimientos”.
Esta dulce cosecha dispone del apoyo del rector de la Universidad de Artemisa, donde trabaja Susana. “Nos ayuda con transporte, meriendas y otros aseguramientos. Además, los padres se encargan de buscar vestuarios y confeccionar accesorios en un taller de artesanías. Todo funciona como una gran familia, unos se preocupan por los otros”, afirma.
Susana sólo lamenta que aún no hayan podido evaluarse como proyecto, pese a los resultados de varios niños. Entre sus insatisfacciones está la ausencia de sede, aunque esos escollos no amilanan el deseo de hacer magia con talento y voluntad de triunfar.

