¿Cómo hacerle entender a las nuevas generaciones que su tierra también fue la de Carlos Baliño, Maria Teresa Vera, Zoila Gálvez o La Macorina? ¿Alguna vez los guanajayenses volverán a disfrutar las emociones que provoca una obra de teatro, o vivirán la dicha del estreno frente a sus ojos de una película? ¿Qué ha sido en estos años de la verdadera cultura?
Guanajay es considerado la Atenas de Occidente, entre otras tantas razones, por el movimiento cultural de años atrás. El esplendor, la intelectualidad, sus personalidades y las noches con el talento de quienes convertían la afición en canto, actuación, trazos y danza, eran mágicos. Pero hoy, la realidad es otra.
Cruzar la puerta de la casa de Carlos Baliño, fundador del Partido Revolucionario Cubano con Martí y luego el Partido Comunista de Cuba con Mella, era una experiencia inolvidable para los estudiantes… ¿y por qué “era”?, porque hace más de tres años el silencio opaca la gloria del lugar, tras ser aprobada una inversión allí.
A pocos metros de la institución, el célebre teatro Vicente Mora saluda con una fachada majestuosa, pero en su interior –aunque no se detienen las acciones constructivas- es poco el progreso. Así lo considera este reportero, quien hace tres años realizó una investigación allí y da seguimiento, desde la prensa, a dicha ejecución.
“Cumplimos las acciones según el cronograma. Realizamos la restauración total del interior del inmueble; completamos el enchape y enmasillado donde lo requiere, y próximamente corresponde la construcción del escenario, señaló el ingeniero Jorge Leal Cruz, especialista A del departamento de inversiones en el territorio.
“La pared detrás de él no concluye”, respondió tras la interrogante, y salta a la curiosidad, pues en cada visita del equipo de reporteros se les ve ahí, laborando.
Es evidente el mal trabajo de la brigada anterior a cargo de la obra. Hoy –por suerte- recae en la Mipyme Yoconst, encargada de volver sobre lo «declarado listo», como el azulejado de los baños en la segunda planta, casi al suelo por falta de calidad y seriedad… sin contar otros aplazamientos que el coloso disimula.
El ingeniero, integrante en su momento de la brigada de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, agrega que la restauración exterior de la cúpula urge. Por su estado, representa una amenaza en tiempos de lluvia, y pudiera poner en riesgo otros progresos debido a filtraciones. Sin embargo, dicha acción no se asume como prioridad, porque los 30 millones de pesos moneda nacional aprobados para este año resultan insuficientes dada la inestabilidad de los precios.
Entre los daños que generó la covid, el bloqueo y la actual situación económica, la anhelada inauguración del Vicente Mora transita de año en año. Una vez dentro comprendemos que, pese a no faltarle fuerzas, es insuficiente el quehacer.
De vuelta al museo, Leal Cruz agregó que la falta de madera y manta imposibilitan la reconstrucción del techo. El proyecto incluye trabajos en paredes y la carpintería, también de madera, para devolver su imagen original. El presupuesto aprobado fue de diez millones de pesos, pero allí, la calma es sinónimo deespera y atrasos. Permanece cerrado, a la espera de gestiones o respuestas.
Mientras, las escuelas y las clases de Historia, hoy no tienen en Guanajay, ese pasado maravilloso que entre cristales se atesora con celos. Las libretas carecerán de aquella tarea investigativa,y apenas existe el placer de oler documentos escritos a máquina, envueltos en el alto compromiso de quienes allí los preservan.
No podemos permitir que la cultura se convierta exclusivamente en actividades comunitarias, la presentación de un artista o el evento del año para decir: ¡hacemos! La cultura es mucho más, esdevolverle sentido a lo que significa y valor a los lugares que la distinguen.
Convirtámosla, de una vez y por todas en un adorno de prosperidad, y en refugio ante la adversidad, como dijera un historiador griego. El tiempo comienza a demostrar que planificación, recursos y empeño vande la mano. No se puede combatir la ignorancia, ni forjar un verdadero patrimonio sin la cultura… sin sus lugares.