Oportunidad para la aprehensión de conocimientos, la Filial de la Unión Historiadores de Cuba en Artemisa sostuvo en esta XI Feria del Libro su tradicional espacio nocturno “En busca del tiempo perdido”, con sede en la Biblioteca Provincial Ciro Redondo García en el municipio cabecera.
La obra del geógrafo y espeleólogo Antonio Núñez Jiménez, en el año de su centenario, constituyó motivo de análisis durante la noche del viernes como parte del programa concebido.
Daniel Suárez Rodríguez, presidente de la UNHIC en el territorio, abordó aspectos relevantes sobre la vida Núñez Jiménez, nacido en Alquízar en el año 1923, cuya amplia labor estuvo vinculada desde las ciencias naturales el quehacer literario, pues llegó a escribir folletos y libros, que entre ediciones sucesivas y traducciones, suman unos 200 textos.
Como “cuarto descubridor de Cuba”, conocedor en detalle de cada rincón de esta pequeña porción de tierra en el Mar Caribe, Núñez Jiménez se sitúa a la altura de Cristóbal Colón, Alejandro de Humboldt y Fernando Ortiz. Son sus textos un aporte fundamental a la historia de Cuba, una lectura de inigualable utilidad a las jóvenes generaciones, expresó Suárez Rodríguez.
En otro momento de la noche, José Antonio Villar Valdés, Vicepresidente Primero de la UNHIC, expuso los vínculos de José Martí con Artemisa y los artemiseños, como parte de la actividades en el año 170 de su natalicio.
Rememoró la elogiosa opinión que emitiera el Apóstol sobre la sapiencia de Tranquilino Sandalio de Noda, a quien llamó “Pasmoso Noda”.
Villar Valdés habló sobre la cercanía del más universal de los cubanos con el escritor Cirilo Villaverde con quien interactuó en la ciudad de Nueva York en el año 1882 durante los preparativos de la guerra necesaria, llamándolo “Patriota Entero”.
Asimismo sobresalieron sus vínculos con el patriota José González Curbelo, quien vivió sus últimos años en Artemisa, a quien elogió en numerosas ocasiones, resaltando su patriotismo y entrega a la fraternidad, al punto de fundar una Orden Fraternal para la lucha por la independencia de Cuba.
Especialmente fueron evocados los patriotas Carlos Baliño y Magdalena Peñarredonda, con quienes José Martí compartió momentos fundamentales de la preparación de la Revolución del 95: el uno, considerado el primer fundador del Partido Revolucionario Cubano; y ella, como su Delegada en Vueltabajo.
» En busca del tiempo perdido», dedicó su espacio de sábado en la noche al Grupo Minorista y su influencia en la intelectualidad artemiseña, cuya exposición estuvo a cargo de la profesora e investigadora Zoila García Quesada.
El debate inicio con el reconocimiento de la importancia de conmemorar el 18 de marzo el centenario de la Protesta de los Trece, hito de la historia cultural cubana, protagonizada por el alquizareño Rubén Martínez Villena.
La incorporación de la intelectualidad cubana a la vida política del país, la adopción de los valores estéticos promulgados por las vanguardias europeas, el antimperialismo y latinoamericanismo, así como la defensa genuina del ideario martiano, fueron algunas de las directrices que signaron el accionar de este grupo intelectual que lanzó su manifiesto en 1927.
La ponente destacó el influjo del minorismo habanero sobre el campo intelectual artemiseño, cuyo más notable exponente fue el grupo “proa”, encabezado por el periodista Fernando G. Campoamor en 1933.