Al parecer con el 2022 también cerrará el cronograma del mantenimiento emergente que hace más de cuatro meses se ejecuta en el hospital pediátrico provincial José Ramón Martínez Álvarez, de Guanajay.
Se trata de un proyecto no planificado que devolverá confort a la sala de emergencias de dicha instalación, algunos de sus servicios, y a la tan imprescindible habitación para el descanso médico.
No pocos desaciertos han rodeado una obra cuyo presupuesto fue de igual forma imprevisto, y alcanzado a partir de una minuciosa evaluación con el empeño de garantizar estabilidad.
Sin embargo, Gladys Martínez Verdecia, integrante del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su primera secretaria en Artemisa, durante recorridos de chequeo, ha reconocido demoras en su entrega, debido fundamentalmente a las inexistentes alianzas con otras empresas del territorio, e incluso con los nuevos actores económicos.
En una visita días atrás este reportero constató atrasos en la instalación de los tanques para suministrar agua a dicha sala por la llegada tardía de conexiones, roscas y uniones.
En tanto, las filtraciones también dejaban sus huellas por la no existencia de mantas de impermeabilización; aun así, no han faltado alternativas para remediar estos daños, pero tampoco se tiene total certeza de su efectividad.

Natasha Lara Urgellés, directora del pediátrico provincial, destacó que el mantenimiento comprende un grupo de acciones que devolverán baños para los médicos, su dormitorio cercano a las consultas, abastecimiento del servicio hidráulico y mejoras en las condiciones del techo. No obstante, señaló, el empuje a veces debe darse al doble si se quiere terminar a tiempo, con total disciplina.
“Todo lo que nos correspondía como centro fue entregado de acuerdo al cronograma, incluso la gestión de algunos recursos, dígase, por ejemplo, los tanques y tuberías de pulgada. Es cierto que son obras de cara a los pacientes, pero que también mejoran la estancia de nuestros profesionales de la Salud”, señaló.
La atención al hombre, al decir de Lara Urgellés, constituye el mayor reto para su consejo de dirección. Nuestros médicos, técnicos, enfermeros y personal de servicios libran a diario duras batallas por la vida, de ahí que requieren tener a su disposición mejoras visibles y considerables.
Vida más allá de sus salas
Tanto Gladys Martínez Verdecia como Ricardo Concepción Rodríguez, gobernador de Artemisa, en las reuniones de chequeo también se han interesado por la construcción paulatina de viviendas para los médicos, programa que se ha visto afectado por la situación económica del país; no obstante, es prioridad en todas las instancias.
Concepción Rodríguez explicó que cada año se aprueba un presupuesto para la construcción de viviendas, pero que requiere sobrado apoyo de la propia institución de Salud, y las autoridades en los municipios. Ello se implementa a partir de un grupo de requisitos que se basan en la justicia y el estudio de las condiciones habitables a quienes más lo necesitan en su colectivo.
Aunque todavía no concluye el año, restan algunos “retoques” en el pediátrico provincial artemiseño. Es cierto que muchos problemas envueltos a veces en trabas subjetivas han tenido sus soluciones –como corresponde-, sin embargo, la demora deja otra vez la lección de ganar más en esa autonomía local, en establecer alianzas y poner la mirada allí, donde el deber se cumple con gratitud mutua.