Los cubanos somos de estirpe guerrera: nietos de mambises, de la carga al machete; hijos de la Protesta de Baraguá, de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de los días de la Sierra, del triunfo revolucionario de 1959.
Este Primero de Enero cumplirá 64 años la Revolución, ese anhelado sueño que parecía imposible y gracias a lo cual hoy, pese a ser un país tercermundista y bloqueado por los vecinos más cercanos del Norte, hemos sido un referente para los movimientos de izquierda de América Latina y el Caribe.
Hacer lo imposible en estos años se nos ha dado bien: salud y educación para todos, tierras al guajiro que las cultiva, y solidaridad para nuestros hermanos del mundo son parte de los logros que hoy exhibimos con orgullo.
Pero el camino no ha sido fácil; hemos cometido errores, se ha torcido el camino, pero seguimos creyendo en quimeras y en un mundo mejor, más humano, más en paz. Por eso nos aferremos con uñas y dientes a esta Revolución, recordando la frase martiana que convida a ver, del Sol, siempre la luz, como los agradecidos.
El Primero de Enero estaremos cerrando las puertas de un año sumamente complejo en materia económica, que se traduce en carencias e inflación, pero en el que no hemos renunciado a continuar con la vacunación anticovid, y seguimos avanzando en los programas sociales.
Fueron 12 meses terribles: nos golpearon desastres naturales como el huracán Ian y dos accidentes con un saldo humano y económico fatales: las explosiones en el hotel Saratoga y en la base de supertanqueros de Matanzas. Sin embargo, ante cada evento trágico, la valentía de héroes anónimos nos hizo vibrar y salimos adelante.
A pesar de los tropiezos seguimos aquí contra todo pronóstico, con Fidel como ejemplo, y Martí en el corazón. Somos una sociedad culta, educada, con un Código de las familias más inclusivo y novedoso, y ahora con nuevos delegados capaces de representarnos mejor.
Este enero Cuba festeja, vive, abraza, late. Somos parte de un pueblo único, creativo que celebra y pide por un 2023 más próspero, festejando también el legado que heredamos hace 64 años.