Entre una gama de especialidades y misiones, con sueños, inquietudes y voluntades por el porvenir de la Patria, el Ministerio del Interior arriba a su aniversario 61.
Una cuartilla intenta apenas esbozar la riqueza humana de sus combatientes y oficiales, los del barrio y la montaña, de alturas, incendios y oficinas, los que resguardan nuestras esencias desde la pupila insomne.
Constante preocupación por la salud
La capitana Tahinerys Capote Castillo proviene de una familia de militares y, desde esa carrera, decidió estudiar Medicina. Dirige el policlínico provincial de Atención a combatientes del Ministerio del Interior, cuyos servicios procuran preservar el estado de salud de estos hombres y mujeres, y el de sus familiares.
Además, “tenemos un cronograma de visitas a los establecimientos penitenciarios y las celdas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), con el fin de garantizar el bienestar de quienes permanecen allí”, función por la cual confiesa su predilección. “Nos acercamos al perfil psicológico e intentamos que esa estancia resulte lo más llevadera posible”.

El desempeño de la joven y su equipo ha sido fundamental durante los años de pandemia, pues “los combatientes se mantuvieron expuestos al contagio con la enfermedad mientras cumplían su deber”.
La preocupación constante por el ser humano los lleva a interactuar en el área de Salud de Ceiba del Agua (Caimito) mediante el convenio Minint-Minsap, de modo que brindan consultas especializadas y análisis a los pobladores, otra forma de ser útiles en su radio de acción.
Atento al cuidado de los bosques
En el tono paternal de su voz se advierte que Jesús Martínez Enríquez ha dedicado la mayor parte de su vida a proteger a los demás. Lo mismo en unidades del Turismo que en embajadas, nunca le abandona la misión de velar por la integridad de sus semejantes y la tranquilidad ciudadana.
Hace 20 años cuida de la flora y la fauna, primero en su natal Bahía Honda, y desde 2014 al frente del Grupo de Trabajo de Atención Territorial del órgano provincial de Guardabosques.

Sobre esta labor explica que, durante la campaña de preparación contra incendios en el período húmedo, comprendida entre junio y diciembre, “se organizan brigadas de respuesta en organismos con patrimonio forestal, así como charlas educativas y conversatorios en aras de disminuir los siniestros durante los meses críticos”.
Esas acciones propiciaron la disminución en 25 del número de incendios ocurridos de enero a mayo de 2022, al compararla con igual etapa del año anterior. “Hubo 22 desastres y se afectaron 53 hectáreas, frente a las 185 arrasadas en 2021”.
El veterano combatiente, próximo a la jubilación, insiste en no arrojar colillas de cigarros, hacer fogatas y castrar colmenas, además del control de la quema de potreros. Solo la prevención puede salvarnos de la pérdida de la biodiversidad.
Más de dos décadas al límite
Dentro del sótano del hotel Saratoga, con una estructura de acero a punto de colapsar sobre la cabeza, Maykel Daniel Pedro decidió confiar en las habilidades de su equipo. Así narra lo ocurrido; al menos, lo que recuerda, pues prefiere olvidar parte del sufrimiento, para seguir en pie.

“Esa ha sido la misión más compleja”, afirma el jefe del grupo de Rescate y Salvamento provincial, acostumbrado a vivir al límite hace más de dos décadas.
“Nuestro comando de siete compañeros llegó el mismo día de la tragedia. Nos indicaron que había 15 personas atrapadas, pero no encontramos a nadie”. Treinta horas de faena, sólida unidad bajo presión, el afán de cuidarse unos a otros y su viril liderazgo de “por donde entro yo, entran todos”, definen aquellas jornadas de dolor y esperanza, cuando “solo pensamos en salvar una vida.
“Al entrar a un lugar en llamas, sabes del riesgo a abandonar para siempre a tus seres queridos. Entonces la adrenalina se eleva tanto que el miedo se esfuma. Complace tan solo la posibilidad de desafiar a la muerte”.
Siempre presente en incendios, sin importar sus proporciones, Maykel subraya la importancia de la rigurosa preparación teórica y física, que incluye “buceo, escalamiento, caminatas…
“Quienes conocen la disciplina, jamás se van; los atrapa la misma pasión que siento hasta la actualidad”.
La responsabilidad de interpretar información
Para cuando lea esta entrevista ya Derne Simón Hernández, tras 17 años de servicio, habrá sido ascendido a mayor, en ocasión del aniversario 61 del Minint. El estímulo reconoce los resultados y el empeño del jefe del grupo de Información y Análisis en la jefatura provincial de la PNR.

Comenzó como agente del orden público y jefe de sector en varios consejos populares del municipio Artemisa, donde la prevención del delito, de conjunto con la comunidad, signaron su desempeño.
Primero desde la localidad y luego en el territorio, Simón Hernández recibe e interpreta información vital para la toma de decisiones por parte de la jefatura del Minint y la dirección general de la PNR.
“Así identificamos tendencias en cuanto a delitos, modus operandi de los comisores y otros datos valiosos al sistema de vigilancia y patrullaje, y de seguridad y protección en centros laborales, además de los jefes de sector”
Desde pequeño le cautivó un círculo de interés de oficiales de tránsito. “Me llamaba la atención su porte y aspecto impecable, la belleza de la motorizada y la conducta que mantienen en la vía”. Sin embargo, encontró esta vertiente estratégica, que le exige “control, responsabilidad y profesionalismo”.