Para incentivar el humorismo gráfico, desde edades tempranas, se entregaron los premios del Concurso Infantil Riamos siempre, que convoca el Museo del Humor, como parte de las actividades de la Humoranga Ariguanabense.
Esta vez, el jurado deliberó entre 86 obras, salidas del talento de alumnos de primer y segundo ciclos, y por vez primera llegaron creaciones de escuelas rurales, entre ellas, la de la pionera Darina Martín, de Amado Fonseca, que mereció mención especial.
Los premiados del primer ciclo de primaria oscilan en un rango de edad de siete a nueve años. El tercer escaño corresponde a Gensy Núñez Aguilar, de la escuela Domingo Lence; 2do premio para César Cuan Álvarez, de José Martí, mientras, el primer premio fue para el estudiante Brian Solano Ceballos, de Livia Gouverneur.
En el segundo ciclo, los congratulados con la tercera y segunda posición fueron Laynet Julia Rodríguez y Michel Alejandro Almenares Zapata, de la escuela 17 de Abril, y el primer lugar cayó en manos de Andro José Brito Fernández, alumno de 12 años, de la escuela Domingo Lence.
Un pasacalle con participación popular y la actuación del grupo de Teatro Guiñol Los Cuenteros, antecedieron la entrega de los premios del concurso infantil, como parte de la apertura de la Humoranga Ariguanabense, una de las principales tradiciones de San Antonio de los Baños.

El programa concluye el día 20 con la premiación del Salón Nacional de Humorismo y Sátira, así como del Concurso Nacional de Literatura Humorística Juan Ángel Cardi, anunciados para las cuatro de la tarde en el Museo del Humor.
En su edición XVII, el evento gráfico que alterna con la Bienal Internacional del Humor, tuvo como antesala un encuentro con vecinos de Finca Pratt, uno de los 38 barrios que en Artemisa modifican sus condiciones de vulnerabilidad.
Los participantes también disfrutan de actividades colaterales organizadas en el Ariguanabo y en la capital cubana, entre otras, el coloquio La literatura humorística hoy, un homenaje a Mercedes Azcano y a Israel Castellanos (Iscajim).
En la publicación Palante se reinauguró el mural colectivo y en la Galería Pancho, de Juventud Rebelde, tuvo lugar la Conferencia El humorismo gráfico en el ámbito del coleccionismo de arte.