Como un documento jurídico humanista, inclusivo, plural, de estos tiempos y con gran trascendencia para la sociedad cubana actual, definió al Código de las familias Sergio Luis Díaz Trujillo, director de justicia en Artemisa, y presidente de la Junta Directiva de la Unión de Juristas en la provincia durante la consulta popular celebrada en el CDR 1, de la circunscripción 16 en Guanajay.
Los electores, presentes en su mayoría, profundizaron en las cuestiones más interesantes que trae el proyecto como son el actuar ante hechos de violencia de género, el papel de la familia en los contextos más diversos, el tratamiento a los lazos filiatorios y el matrimonio. Asimismo, coincidieron en las oportunidades que ofrece a los cubanos: no pretende crear nuevas familias, más bien resuelve problemáticas existentes a nivel social en el territorio nacional.
Carmen Ochoa, vecina de esta zona reconoció que el documento no es solo un tabloide; le antecedieron programas de televisión, informaciones en redes sociales y vivencias en nuestros barrios para comprender su significación y llegar preparados a este momento.
“Niños con derechos y deberes, incluida la posibilidad de expresarse; respeto y cuidado de los adultos mayores e impedidos físicos, junto a un grupo amplio de regulaciones nos permitirán velar y actuar a favor de quienes más lo necesitan. Es por ello que se insiste en no simplificar el código en el matrimonio igualitario, aunque no estoy a favor de la homofobia y creo que quienes tienen relaciones homoparentales también es hora de reconocerlas pues son parte de la cotidianidad del país. Este es un respaldo jurídico para todos los que estamos sentados aquí, y quienes nos sucederán”, refirió.
Por su parte María Rodríguez, representante de la Federación de Mujeres Cubanas en el encuentro, ejemplificó los sucesos que pudieran ocurrir –e incluso hoy tienen lugar- en hogares y familias, a los que el código ofrece una solución gracias a su integralidad y modernidad. Significó el papel de la mujer y llamó a fortalecerlo con la opinión y el diálogo al que estamos acostumbrados en procesos democráticos y participativos.
Con el fin de garantizar la participación de todos, la Empresa de Correos de Cuba inició la venta paulatina en sus unidades del tabloide, y fue desarrollada una aplicación para teléfonos móviles que facilita el estudio y comprensión de esta norma. Sobre este último aspecto, coincidieron los presentes, corresponde hacer llegar más rápido la nueva versión a centros de trabajo, estanquillos, comunidades rurales y barrios. De ello, incuestionablemente, también dependerá el éxito de un código compuesto por principios y valores.