Espacio para la divulgación del patrimonio cultural cubano y la recreación sana, promotora de un catálogo de excelencia para todos los gustos, la Casa de la Música de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) en Artemisa, celebró este 6 de enero su quinto aniversario.
Bajo el sello de la disquera más antigua de Cuba, desde su inauguración en 2017 este proyecto, concebido para llegar a todos los públicos, gusta de amenizar la cotidianidad artemiseña con espectáculos en vivo de artistas de primer nivel y facilitar el acceso a las más recientes producciones de la discográfica.
Renier Rodríguez Chils, su director, describe el vínculo estrecho con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) como “una fortaleza capaz de hacer de nuestra ciudad encuentro también con la buena literatura”.
En este lustro sobresale el compromiso de todo un equipo de trabajo incondicional, que ha sabido en armonía y unidad llevar adelante este sueño.
Y resalta entre sus logros el de extender su impronta a lo largo y ancho de esta joven provincia, mediante seis Álbum Kafé, tiendas especializadas, servicios complementarios de gastronomía… muestra de la integración entre cultura y desarrollo local.
Es tan fuerte la energía en esta casa de la fiesta artemiseña, que aun cuando la pandemia nos obligó a todos a bajarle los decibeles a la vida, aquí asumieron con más ahínco la posibilidad de liderar un proyecto tan humano como La Casa en tu Comunidad.
Durante los meses más duros de la COVID-19, llevaron esperanza a barrios, hospitales, casas de abuelos y al hogar de niños sin amparo familiar de San Cristóbal, donde no solo acudieron con recursos, sino también con amor.
No obstante, agradecen al confinamiento la vinculación con las plataformas digitales del Mincult y la Egrem, la creatividad e innovación para llegar a sus públicos, la preocupación y el cuidado de unos a otros.
Con ese mismo afecto, la institución cultural consolidó alianzas con el Complejo Turístico Soroa, en su afán de promover los encantos musicales de este archipiélago ante los ojos del forastero.
En ese “(des)ordenado” ir y venir, poco antes de arribar a su quinto aniversario, la Casa resultó ser la primera empresa cultural cubana en prestar servicios en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), luego de firmar un contrato y convenio cultural para al esparcimiento de los trabajadores.
Así, la nueva normalidad trajo el reinicio de las presentaciones artísticas en su escenario habitual… y la coincidencia con el público, que hace de cada encuentro una noche mágica iluminada por la calidad musical de las estrellas en sus salones.
También las miradas a la contabilidad devolvieron resultados alentadores. El año 2021 cerró con “un sobrecumplimiento de los ingresos en más de siete millones de pesos”, comentó Rodríguez Chils.
“De un plan de 26.5 millones, logramos 35.6, lo cual permitió utilidades suficientes para el pago por resultados a nuestro trabajadores”, agregó.
Sin dudas, son elementos que contribuyen a dar pasos sólidos y dibujar nuevas quimeras.
“Uno de los principales proyectos de este aniversario consiste en la culminación, para el próximo trimestre, de los Jardines de Artemisa en el patio de la institución, con capacidad para recibir unos mil clientes”.
También resultado del ingenio de quienes aquí laboran y la fe en las alianzas, para este año la Casa de la Música anuncia el Festival Artemisa Mestizo, del 12 al 14 de agosto, dirigido artísticamente por Jorgito Karamba y la Agencia Musicuba.
En fin, “mucho más maduros, con más experiencias en los servicios, con nuevos espacios de programación” y más sueños que antes, esta institución de los artemiseños y de Cuba ha prometido cumplir muchos años más, con el compromiso de nunca envejecer.