La 61 Serie Nacional de Béisbol está a la vuelta de la esquina. Poco más de un mes nos separa del play ball inicial de la mayor fiesta deportiva nacional. En todo el país el ajetreo ya se siente y, aunque Artemisa comenzó un poco tarde, la preselección de los Cazadores ya lleva dos semanas de intenso bregar en el estadio Combate de Río Hondo, en Candelaria.
Hasta allá llegó una representación de la prensa deportiva de la provincia, para conocer pormenores de la preparación y el estado de ánimo de los peloteros. La primera charla fue con Lázaro Arturo Castro, el nuevo director del equipo, quien habló sin tapujos.
“Estamos atrasados con la preparación planificada de antemano. No es secreto el problema de las torres del 26 de Julio; eso nos obligó a movernos hasta Candelaria, donde nos han acogido muy bien, pero no tenemos las mismas condiciones que en nuestra sede habitual, como la jaula de bateo y el terreno, lógico en un estadio municipal.
“Sí tenemos un amplio grupo de jóvenes, con mucho ánimo y ganas de integrar el equipo. Debido al poco tiempo, recurrimos al juego entre nosotros para alcanzar la forma deportiva. Debemos iniciar los cortes en la nómina durante esta semana, para trabajar más con los de mayores posibilidades”, afirma el otrora estelar receptor.
En la instalación candelariense también encontramos de un lado a otro, y conversando con varios peloteros, a Nelson Lara García, director provincial de Deportes, quien explicó el porqué de esta sede para los entrenamientos.

“En nuestro cuartel general hay peligro, por el estado de una de sus torres de alumbrado. Hasta que no se asegure esa y las otras dos construidas hace poco, los peloteros no podrán entrenar allí. Disponemos de los recursos para terminar antes del inicio de la Serie, solo falta que la empresa constructora se encargue”.
Solución de emergencia
“Venir al Combate de Río Hondo fue una solución de emergencia —advirtió Lara—, gracias a la disposición de la dirección municipal, a la cual todos agradecen su hospitalidad. Pero trasladarse a Candelaria trajo consigo otros contratiempos, como el hospedaje en el campismo La Caridad, a unos 30 minutos del estadio, y mover los aseguramientos de alimentación.
“En las emergencias y en casi todo cuanto se hace a última hora, quedan cabos sueltos. Durante los primeros días tuvimos dificultades para ofrecer una buena alimentación, en el campismo hubo problemas con la electricidad, la trasportación falló… Sin embargo, cada una de esas dificultades la hemos resuelto sobre la marcha.
“Ya coordinamos con Ómnibus Escolares. Los trabajadores del campismo mostraron un tremendo empeño en resolver las dificultades, y la alimentación ha mejorado mucho; aunque todavía no estamos satisfechos, porque sabemos el gasto energético de una preparación como esta”.
Si bien es cierto que la mayoría de los equipos entrenan hospedados en hoteles, la lejanía de la instalación ariguanabense Las Yagrumas y lo numeroso de la preselección (62 jugadores más el cuerpo de entrenadores), hacen inviable esta opción. Por eso quisimos comprobar las condiciones de alojamiento en La Caridad, ubicado en la paradisíaca geografía de Soroa.

Allí Apolinar Sarriegui, jefe de gastronomía de la instalación, reveló que no disponen de todos los renglones alimenticios imprescindibles a un deportista de alto rendimiento; en cambio, han realizado un esfuerzo de conjunto con el Inder para mejorar la oferta.
“Hemos garantizado en cada comida el plato fuerte, jugo, postre y pan; este último, además, para una merienda nocturna. También trabajamos para brindarles el máximo confort posible y de limpieza en las habitaciones”, de lo cual fuimos testigos.
Hablan los protagonistas
Para conocer el estado de ánimo entre “la tropa”, quiénes mejor para conversar que dos de los jugadores con más resultados del conjunto, Yoan Moreno y Dayán García, uno guía y capitán, el otro, jugador referencia e integrante del equipo Cuba.
“Afrontamos una preparación atípica, en primer lugar por el estado del terreno, que afecta a los jugadores de cuadro. A pesar de todo, el grupo se mantiene unido y busca la manera de mejorar, tanto personal como colectivamente; ese debe ser el secreto de nuestro anhelado éxito”, opinó Moreno.
“No ha sido una preparación normal. Ha habido altibajos y contratiempos que se escapan de las manos. Aún estamos en el inicio y creo que las cosas mejorarán, al menos se ve la intención de resolverlas. Solo así, con un entrenamiento de calidad, el equipo podrá tener el resultado que tanto espera la afición artemiseña”, aseveró Dayán García.
Al béisbol artemiseño nunca le han faltado dificultades. Si bien regresar al 26 de Julio (principal reclamo de los jugadores), no está en manos de las autoridades deportivas, es preciso insistir, pues buena parte del resultado de los Cazadores depende de ello. Incluso ante este panorama, su director se muestra optimista.
“Desde el cuerpo de dirección, la mentalidad que trasladamos a los peloteros es la de mejorar el lugar 15, y hacer todo lo posible por estar entre los ocho primeros. No será fácil, pero creemos que estos muchachos pueden lograrlo”, aseguró Lázaro Arturo.
“Tenemos un grupo joven, muy disciplinado y entregado, que puede cambiar por completo la cara mostrada por el equipo en el pasado. Con Lázaro Arturo Castro los jóvenes tendrán oportunidad; quien se lo gane en el terreno, podrá vestir los colores de Artemisa”, sentenció.