Se dice que la mejor actuación cubana en Juegos Olímpicos es el quinto lugar alcanzado en la cita de Barcelona’92. Y no están equivocados del todo quienes afirman eso, pues en la ciudad condal Cuba alcanzó 31 medallas, 14 de oro, seis de plata y 11 de bronce; desde el punto de vista cuantitativo sí es lo máximo logrado por nuestro país.
No obstante, ese quinto puesto no resulta la mejor ubicación de la Mayor de las Antillas en una cita bajo los cinco aros. En la anterior participación, en Moscú’80, se ubicó en el cuarto puesto gracias a ocho títulos, siete subtítulos y cinco metales bronceados, pese a la ausencia de 66 naciones que boicotearon los Juegos.
Aun así, tampoco es la mejor posición alcanzada por Cuba. Para llegar a esta hay que remontarse a 1904, a la tercera edición olímpica moderna celebrada en Saint Louis, Estados Unidos, donde nuestra pequeña delegación se ubicó en el tercer puesto; sí, ha leído bien: ¡tercer lugar!
Lo más increíble es que se logró con las medallas de un solo deporte, uno impensado hoy día: la esgrima. A orillas del Mississippi, los esgrimistas cubanos prácticamente arrasaron en el torneo; se llevaron cuatro oros, dos platas y tres bronces, para un total de nueve medallas.
El gran héroe fue Ramón Fonst, ya campeón olímpico en la edición de París 1900 y considerado el mejor esgrimista de la historia, quien ganó dos de los cuatro títulos, en florete individual y espada individual, ambas pruebas en que Cuba conquistó oro, plata y bronce.
Otro ilustre cubano, Manuel Dionisio Díaz, ganó el oro en la espada individual, prueba en que el estadounidense Albertson Van Zo Post (competía por Cuba) obtuvo el bronce. Este último logró el cuarto título en estoque individual.
Además de los tres “tiradores” antes mencionados, estuvo presente otro norteamericano que representó individualmente a Cuba, Charles Tatham, quien mereció plata en espada y bronce en florete.
Tanto Tatham como Van Zo Post eran muy amigos de Fonst, y accedieron a participar junto a él en estos Juegos, aunque el Comité Olímpico Internacional (COI) los reconoce estadounidenses para las pruebas de equipo y cubanos para las pruebas individuales, un detalle importante.
En la lid de esgrima en Saint Louis solo se efectuó una prueba por equipos, la de florete, en la cual Fonst, Díaz y Van Zo Post ganaron otro título –que pudiera ser el quinto- al derrotar al equipo local (compitió Tatham). Mas, el COI le reconoce este título a un “Equipo Mixto” y no a Cuba; y ya no es un detalle menor.
Si un día el COI cambiara esa decisión, la mejor ubicación de Cuba en Juegos Olímpicos ya no sería el tercer lugar, sino el segundo, pues entonces sobrepasaría a Alemania, quien quedó en ese escaño del medallero y también obtuvo cuatro oros, aunque dos medallas de plata más (4).
No importa si se reconoce el segundo o tercer escaño. Lo que hizo la esgrima cubana en Saint Louis’04 merece un monumento. Ese tercer puesto debería ser más divulgado y reconocido. Sean estas líneas un homenaje a los hombres que pusieron a Cuba muy cerca de la cima del Olimpo.