Este lunes Mariel vistió de gala para recibir con brazos abiertos la primera vacuna contra la COVID-19 producida por un país de Latinoamérica. Más de 20 000 hijos del norteño municipio deben inocularse. Y ya más de 8 900 trabajadores de la Zona Especial de Desarrollo llevan las tres dosis de Abdala, lo cual brinda más seguridad al territorio.

Hasta este fin de semana, 45 459 residentes en la Villa Roja y 26 140 bautenses se habían inmunizado con la primera de tres dosis de Abdala, como parte de la campaña de vacunación iniciada en la provincia.
Liuba Wilson, jefa provincial de Enfermería y responsable de este proceso, aseguró que la semana transcurrió sin percances, y buscaron alternativas para acercar la vacuna a los asentamientos. “Deberá convertirse en un aliciente ante el complejo escenario de dispersión del virus en Artemisa”.
Al cierre de esta edición, la situación epidemiológica de la provincia no mejora. Con números que superaron la centena cada día de la semana (excepto el viernes, a causa de un problema técnico en el Laboratorio de Biología Molecular de Mariel), Artemisa sumó 718 confirmados y 12 fallecidos, ocho en una jornada.
Con la fuerza de Abdala habrá que aunar esfuerzos para lograr que, antes de este miércoles, los residentes en Bauta y Artemisa acudan a los vacunatorios. También porque es la manera más efectiva de disminuir el contagio: desterrar al virus de esta provincia y convertirla en un lugar más seguro para todos.