A ejercer más disciplina, exigencia y control frente a la situación epidemiológica actual, llaman las principales autoridades de Candelaria, municipio cuya incidencia desde inicios de la pandemia no fue alta; sin embargo, al cierre de la semana anterior suman 42 los casos positivos a la COVID-19.
Yanara Maqueira Blanco, vicedirectora de Higiene y Epidemiología en el territorio, explicó que días atrás detectaron cinco nuevos focos: dos en vigilancia y tres activos que reportan un gran número de sospechosos, por lo cual se espera el aumento en la tasa de incidencia de la enfermedad por cada 100 000 habitantes.
“La pesquisa activa y la consulta de infecciones respiratorias agudas establecida en el policlínico nos han permitido detectar a tiempo a pacientes sospechosos”, destaca la directiva.
“Nos preocupa en esta alza los pacientes en edades pediátricas y jóvenes con complicaciones. Insistimos en la responsabilidad de la familia en protegerlos. Todavía hay niños en las calles y personas que no cumplen las medidas establecidas; eso nos obliga a exigir mayor rigor en el control”, declaró.
Maqueira Blanco también hizo referencia al rastreo de los contactos para conformar las cadenas de infección y actuar de inmediato, lo cual no se logra pues algunos no colaboran como es debido, y ponen en riesgo la vida de personas vulnerables con patologías asociadas. De ahí la importancia del médico de la familia en las encuestas epidemiológicas.
Sobre el funcionamiento —en dos instalaciones de campismo— de los centros de aislamiento para la atención al personal de la salud y de apoyo que labora en zonas rojas, la doctora puntualizó que cumplen los requerimientos y hasta la fecha no diagnostican positivos.
Me duele, porque Candelaria al inicio de la pandemia fue de los municipios de la provincia uq emejor controló la enfermedad.