Upita no se cansa de soñar en grande. Cuando los tiempos se tornan más complejos, él y su equipo de trabajadores del módulo productivo de la UBPC Rigoberto Corcho, en el municipio cabecera, construyen una industria local con capacidad para procesar tres toneladas diarias de alimentos.
Se trata de una planta respetable, muy superior a la que poseen, compuesta por filtros sanitarios, taquilleros, laboratorio, almacenes de materias primas y de productos terminados y el área de elaboración, en un ciclo progresivo según las normas establecidas.
“La industria aportará más alimentos, oportunidades de empleo y valor agregado”, asegura el reconocido campesino Reinaldo Espinosa Collazo, administrador de la UBPC que si bien se desempeña fundamentalmente en la producción cañera, decidió extender el procesamiento de frutas y vegetales.
“Sembramos 50 hectáreas de mango, lo cual nos permite elaborar mermeladas y pulpas; vamos a incrementar la fabricación de puré de tomate, dulce de coco, mermelada de zanahoria y frutabomba comprada a campesinos de la zona”.
En cuanto a la guayaba, Upita agregó que prevén sembrar dos hectáreas en próximos meses, a fin de abastecer la industria, para cuya terminación está garantizada la cubierta y el piso, mientras esperan la llegada de neveras, enchapes y muebles sanitarios prometidos por AzCuba, carpintería de aluminio, redes hidráulicas, sanitarias y equipos.
Sobre estos últimos, Jorge Luis Oramas, jefe del Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Colaboración Económica del Gobierno Provincial, explicó se espera su arribo a Cuba a mediados de año a través del proyecto PADIT. “Están en proceso de licitación, pero se atrasó su llegada debido a la pandemia”, precisó.