Un cuarto de siglo cumplió la Red Cubana de Personas Viviendo con VIH (Red Cub +), etapa en la que han abogado por el acompañamiento, la prevención y orientación no solo dirigida a quienes viven con la enfermedad y a sus familiares, sino a toda la población.
Llegan a los 25 años con la satisfacción de tener por encima del 90 por ciento los tres indicadores que a nivel regional se han establecido como metas para que las personas que viven con VIH sepan en primer lugar su condición serológica; reciban tratamiento con retrovirales y hayan logrado la supresión viral, para no transmitir la enfermedad. Igual satisface el hecho de que, incluso en los meses más duros de la pandemia de covid, no han faltado nunca los medicamentos para su tratamiento.
El primero de junio en Artemisa fue una jornada de celebración, marcada por el reconocimiento a quienes, de forma voluntaria, laboran ligados a la red y las tantas otras redes que se enlazan y agrupan a hombres que tienen sexo con otros hombres, a transexuales, lesbianas y bisexuales y a los Jóvenes por la Vida, que aunque estuvieron inactivos en la provincia durante algún tiempo, han regresado con nuevos bríos y ya logran articularse en seis municipios, en tanto apoyan el trabajo en el resto, siempre en función de la educación sexual y la prevención, no solo del VIH sino también de otras enfermedades de transmisión sexual, incluso con una prevalencia en alza n la provincia.
En intercambio con la prensa, Romelio Ortega Darboys, coordinador Provincial de Red Cuba, señaló el comportamiento ascendente de la enfermedad, de ahí que la prevención, la responsabilidad individual y el trabajo mancomunado de estas redes con Educación y Salud, más el necesario y hasta ahora insuficiente apoyo de los gobiernos locales, sean claves en la disminución de las cifras pero sobre todo en el aumento de la calidad de vida de quienes viven con VIH.
Trascendió además la necesidad de mantener la realización de pruebas rápidas sobre todo en comunidades vulnerables; la administración de retrovirales a personas proclives a adquirir la enfermedad y la pertinencia de capacitar a las enfermeras para asumir ese momento difícil en el que se le comunica a un paciente que su prueba fue positiva al VIH.
La jornada incluyó actividades con niños que viven con VIH y una gala cultural en el cine teatro Juárez.