Más de una vez le he hecho señas a alguien que me pasa por el lado en su carro y sigue de largo. Luego, cuando procuro la oportunidad para reprochárselo, me ha dado esta inadmisible explicación: “no te recogí porque no te vi”. Entonces, debería responderle: “por supuesto, si nunca miras hacia los lados ni hacia la parada”.
Y no lo hago porque me da pena lo que, en realidad, habría de darle pena a él. Resulta muy doloroso que choferes, directivos y cuadros de empresas, especialmente de ciertas instituciones, hagan caso omiso a los llamados de solidaridad para sumarse a la transportación de pasajeros, sobre todo en momentos como este.
Si en la cotidianidad de Cuba (donde hace más de 30 años no han vuelto a sobrar las guaguas) es ineludible el apoyo de cada vehículo, ahora esa apuesta ha de redoblarse.
Cierto, corresponde a la entidad estatal de Transporte hallar las fórmulas para hacer más accesible el servicio, tanto en horarios como en rutas. ¿La buena noticia? En ese empeño anda la Empresa Provincial de Transporte Artemisa (Artra), que ha unido fuerzas con Transmetro para lograrlo.
Jhoan Hernández Pérez, director de Artra, reveló que compraron a Transmetro diez Yutong para crear una base de fletes y reducir la dependencia de otros territorios para viajes interprovinciales. Actualmente los acondicionan en la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama.
Esa entidad ya asume dos salidas los viernes hacia Santiago de Cuba y Holguín, dos viajes semanales a Pinar del Río y Mayabeque, tres diarios Artemisa- La Habana y uno Mariel – La Habana.
Tras cumplir sus itinerarios, usarán los medios de esa firma que acuden a Artemisa por recorridos de fletes, para apoyar la transportación de pasajeros en el horario pico de la mañana y enlazar la cabecera municipal a las provincias vecinas, así como a Mariel, San Cristóbal y San Antonio de los Baños.
Asimismo, piensan recurrir a ferrobuses (guaguas montadas sobre rieles). Ya hay tres en línea de ensamblaje, y planean armar siete. Con esos, los ómnibus de Transmetro y los propios, más el tren Mariel-Habana, aumentarán la frecuencia de salidas.
“Pretendemos que el incremento en la oferta de viajes contribuya a la reducción de precios de los medios de transporte particulares”, señaló.
Explicó que ese “encadenamiento enruta a los medios de Transmetro (con prioridad ante los particulares), de manera que ambos obtenemos beneficios económicos y el pueblo recibe un mejor servicio”.
Tiene que ser esa la tónica siempre: el pueblo en primer lugar. Un grupo de inversiones ha garantizado a Artra 90 ómnibus disponibles y, de cerrar varias negociaciones en curso, ascenderán a 120 antes de finalizar el año, para mejorar el servicio.
Justo en días de carencia de combustible, el convenio con Transmetro ayuda a lamovilidad interna e interprovincial. Es hora de unir el afán de Artra y la solidaridad irrenunciable de todos.