Aquella mañana de febrero, quienes estábamos implicados de algún modo en la iniciativa, sentimos incertidumbre ante la posibilidad del fiasco. Además de nosotros, sólo había en aquel “parque de la Wifi” del poblado de Fierro, en San Cristóbal, algunas mesas aceptablemente vestidas, una decoración sencilla, y la música de moda, amplificada, indicativa de que algo inusual acontecería.
Cerca de las nueve comenzaron a congregarse los ancianos del barrio, previamente convocados por Rosa, la presidenta del consejo popular, luego de que la promotora cultural -a través del audio- los animara una vez más a participar.
Allí estaban las muchachas de la FMC, otros actores y organizaciones de la comunidad, acompañando a Omar Laza, un sancristobalense-matancero dispuesto -y de qué manera- a impulsar el Proyecto Aikiterapia para la atención a los jubilados, pensionados, vulnerables y otros adultos mayores, en ese municipio artemiseño.
¿Aikiterapia? ¿Qué es y de dónde salió?
La actividad en Fierro fue apenas una de las realizadas en febrero en los 12 consejos populares de San Cristóbal, con el propósito de convocar a personas de ese grupo etario a sumarse a la iniciativa de tipo sociocultural, aprobada ya como proyecto de desarrollo local.
La Aikiterapia surgió en Matanzas, en junio de 2010. Contempla elementos de la cultura asiática, fundamentalmente la japonesa, pero también de la china y la india, como son la meditación, respiración, movimiento, sexualidad y alimentación. Omar, cinta negra en las artes marciales Kárate Do y Aiki Do, unió elementos de ambas para su creación, enriquecida con sus conocimientos de ingeniería industrial.
“El término Ai significa armonía; Ki, energía; y Terapia, tratamiento. La concebí como un tratamiento preventivo por medio de un diagnóstico psicosomático y la realización de ejercicios físicos, que tienen influencia en la mente, lo cual, uniéndose a los problemas que podemos tener de índole emocional, médico, físico u otros, podemos resolverlos por una superioridad espiritual llamada capacidad psicosomática, y no por una superioridad física llamada capacidad física”.
El sancristobalense radicado por esa fecha en la ciudad de Matanzas, concibió y desarrolló la idea a partir de la práctica y el estudio, con el propósito de elevar la calidad de vida de las personas, colocarlas en mejores condiciones para afrontar la cotidianidad. Sus aportes los aplicó en un círculo de gimnasia aeróbica, en la dirección municipal de Higiene y Epidemiología, y en selecciones de béisbol sub 15 y sub 23 de ese territorio, con un resultado positivo.
En tierras artemiseñas
En 2020, las limitaciones de traslado por la COVID-19 obligaron a Omar a permanecer alrededor de siete meses en la comunidad José Ramón López Peña. Fue en ese período que incentivó la práctica de la Aikiterapia allí, hasta el punto de organizar una exhibición con adultos mayores y niños del círculo infantil, en octubre de ese año.
La agudización de la pandemia frenó la fuerza que había alcanzado la Aikiterapia, debido a la necesidad de distanciamiento. Rescatarla e impulsarla es hoy propósito de su creador, ahora con el incentivo de la aprobación como proyecto de desarrollo local.
“Tenemos un cronograma de trabajo que incluye la formación de 30 instructores de Aikiterapia, de ellos 22 para el municipio de San Cristóbal y ocho para la provincia de Matanzas”, dice.
Emeritina y Santa son dos sextagenarias pioneras de la práctica en López Peña. Hasta Fierro fueron aquella mañana para apoyar al “profe” en su empeño. Luego de que Omar ofreciera una breve introducción a los presentes del asunto en cuestión, fungieron como monitoras.
Mientras una guiaba al grupo de los ejercicios de estiramiento, la otra lo hacía con el de los de calentamiento y Omar, con los de respiración. De ese modo, tres conjuntos de ancianos se ejercitaban al compás de música japonesa, roles que luego intercambiaban.
“Tengo mis achaques: el asma, la diabetes, los huesos que me duelen con frecuencia. Noto que cuando practico siento menos dolores y se me calma la falta de aire. Claro, también necesito medicamentos y controlar la comida, pero la Aikiterapia me ayuda”, refiere Emeritina Alfonso.
Su compañera Santa Piloto coincide en señalar los beneficios que le ha aportado para el control de la diabetes. “Además, hay otras cuestiones que cuidar, por eso durante las pausas entre ejercicios, el profe nos habla de la alimentación, la salud y otros temas de interés”.
Y es que, la Aikiterapia es mucho más que práctica física. “Ciertamente, las principales actividades resultan sesiones de ejercicios físicos y mentales, a partir de un diagnóstico psicosomático de cada persona que desea incorporarse. Este incluye el diseño del perfil médico, psicológico y numerológico. Esta información permite determinar las particularidades del tratamiento para cada miembro.
“Pero el proyecto tiene un enfoque sistémico: pretende atender a los adultos de manera integral, abarca charlas educativas acerca de la alimentación, temas de salud, sexualidad, jurídicos, actividades culturales, recreativas, deportivas y laborales”, explica Omar.
En este sentido, resulta vital la articulación con organismos como Salud Pública, Cultura, Deporte, y las organizaciones de masas presentes en la comunidad. “A nosotros nos toca apoyar en todo lo que se pueda para desarrollar el proyecto, que tenga frutos y nuestros ancianos disfruten de mucha más calidad de vida”, aseguró Rosa Belén Rodríguez, presidenta del consejo popular Fierro, una afirmación -en su caso- demostrada con hechos, y que ojalá se multiplicara en cada barrio sancristobalense.
Validez de la propuesta
La relevancia de Aikiterapia como proyecto de desarrollo local radica no solo en su noble propósito de aumentar la calidad de vida de los jubilados, pensionados, vulnerables y otros adultos mayores del municipio San Cristóbal. También se sustenta en su objetivo de que pueda ser fuente de empleo para ellos y las amas de casa, de esta manera contribuir al empoderamiento de las mujeres.
“Al valorar nuestra propuesta en julio de 2021, el Ministerio de Educación la consideró ‘un Proyecto novedoso, creativo y que puede constituir una herramienta valiosa para elevar la calidad de vida de la población. En ella se aprecian elementos que poseen un valor incalculable tomando como centro la unidad cuerpo-mente, lo que significa para nosotros una mirada al ser humano como un ser biopsicosocial’”, refiere su creador.
De igual modo, cumple con la indicación del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, de atender de manera priorizada en los territorios, los aspectos relacionados con la respuesta a las necesidades de los adultos mayores, de manera integral.
Afortunadamente, la chispa de la Aikiterapia prendió aquella mañana entre los ancianos presentes. Allí, los abuelos hicieron fila para apuntarse a las sesiones con el profe Omar, y a cada rato se escuchaba a alguno preguntar por la frecuencia, los días y horario de las sesiones. ¡Buena muestra de lo que puede lograrse con entusiasmo, perseverancia y unión de fuerzas en la comunidad!