El manjar blanco de América
La chirimoya es un árbol originario de Sudamérica, específicamente de Ecuador y Perú. El fruto es apreciado por la cultura precolombina: se ha encontrado evidencia de piezas de cerámica Mochica donde está la fruta. Fue bautizada como manjar blanco por los españoles, a su llegada a América.
Entre sus propiedades, destacan las digestivas y antioxidantes; es beneficiosa para el sistema neurológico y en la formación de glóbulos rojos. Es rica en calcio, fósforo, hierro, zinc y potasio,
así como en antioxidantes, vitaminas del complejo B y C, fibra y agua. Además tiene poco sodio y grasas.
Su consumo es excelente para regular la digestión y mejora la salud cardiovascular. Al ser alta en fibra y baja en grasas, elimina el colesterol malo y regula la absorción de los ácidos biliares.
Un estudio de la clínica chilena Las Condes demostró cómo su ingesta beneficia la salud del corazón, por su alto contenido en potasio regula la presión arterial.
Aliada para mantener la buena salud de la piel y de los huesos, fortalece estos últimos y es excelente para combatir la osteoporosis. Puede comerla de manera natural como un postre o en preparaciones frías con poca azúcar. Si estás bajando de peso inclúyela en tu dieta.
El consumo del té de sus hojas controla los niveles de azúcar en sangre. Prepare una infusión de forma habitual, debe hervir al menos diez minutos, cuele, deje reposar y beba.