La identidad local y sus atractivos vuelven a abrir otra puerta al conocimiento con Caimito mágico: historias, personalidades y crónicas, uno de los textos de la Editorial Unicornio presentados en formato digital durante la oncena edición de la Feria del Libro en Artemisa, por la doctora en Ciencias Históricas Caridad Massón Sena y la licenciada en Letras Midalys Blanco González.
Massón Sena, historiadora del municipio, explicó el singular origen del texto, cuyo título se debe a denominaciones del pintor español Gabriel García Maroto. “Decidimos hacer algo diferente: reunimos a todas las personas que hubieran escrito algo sobre el terruño, les dimos un mes para adecuar los trabajos a las normas editoriales y todos nos respondieron”.
La introducción acerca del devenir del poblado estuvo a cargo de Massón Sena; mientras, Blanco González, especialista de política cultural en la dirección del ramo en Caimito, asumió la coordinación, además de aportar un artículo sobre la presencia de Federico García Lorca y García Maroto en la localidad.
En sus páginas el lector descubrirá, entre otras, tradiciones de un central azucarero, recuerdos de escuelas en el campo y la icónica Ceiba 1, así como a la maestra y promotora cultural Nena Villegas y la presencia de los canarios en Caimito, de la pluma de una veintena de autores.
El encuentro vespertino también regaló a los presentes la primicia de Pasiones insulares, libro dedicado por la escritora Soledad Cruz “a los hombres y mujeres encargados de sofocar el incendio que se originó en Pinares de Mayarí”.
Descrito como las narraciones del hecho fantástico y desgarrador de la vida, Pasiones insulares refleja el aliento de una generación formada al calor del proceso revolucionario, “al cual se mantiene aferrada; celebra sus aciertos, sufre los errores, pero siempre desde la óptica femenina y la influencia de cuanto le rodea”.
Entretanto, Ana Margarita Valdés Castillo, editora de Unicornio y al frente del panel, comentó la trayectoria del trovador Mario Darias Mérida, quien llegó a este convite de letras como fotógrafo, con El imperio del silencio, inspirado en la belleza de panteones, lápidas y mausoleos del Cementerio de Colón, desde las circunstancias en las que perecieron quienes allí reposan.
Darias Mérida afirmó que el silencio “no responde al de la muerte, sino a los secretos llevados a la tumba”, lo cual lo convierte en una encomiable propuesta, junto a Había una vez, valoraciones cómplices, que, de acuerdo con Enrique Pérez Díaz, nació del interés del Observatorio del Libro y la Lectura, aliado a Cubaliteraria, por develar lo fascinante de este éxito editorial.
“Incluye criterios de algunos de sus ilustradores, de psicólogas que reconocen su capacidad para divertir y aprender, voces autorizadas del entorno literario como Nersys Felipe y Fernando Rodríguez Sosa…, a fin de entender la atracción que aún ejerce la obra de Herminio Almendros, que ha motivado la frase de muchos padres y lectores, ante su rápida desaparición: Hubo una vez”.