Todos lo sabían y fueron a su encuentro. Dayán la Magia García regresó a su Ariguanabo. Llegó entre el ritmo de los tambores de Fidencio, los aplausos de la gente del barrio y el efusivo abrazo que dio paso a las fotos.
El joven pelotero, casi sin palabras, agradeció la bienvenida. Tocó el cencerro, volvió a sostener en sus brazos a la hija amada… y disfrutó del otro team Asere.
Dayán García Ortega, el muchacho del barrio El Palenque, volvió de Miami y encontró el calor de su pueblo. Ahí estuvo la mulata del solar, la cantante de Cultura, el bicitaxista, el niño, la anciana, el que bebe ron en el parque, la funcionaria de la CTC, la prensa y las autoridades del Partido y el Gobierno junto al Inder.
Ese ajiaco tan cubano, reyoyo y auténtico, fue al encuentro de uno de nuestros corajudos en el Clásico, el campeón de su pueblo, de Artemisa, del Palenque, la Calle Ancha o La Loma. ¡Dayán de todos! Sencillo, cordial, caballeroso, buen pelotero y mejor persona.
Así que los tambores sonaron por “la Magia” de un héroe humilde. San Antonio de los Baños vibró de emoción por su triunfo. Estamos felices. Volverán otros eventos, y vestirá otra vez las cuatro letras de nuestra Cuba… la Patria convertida en el Team Asere de los hijos que la defienden.