Raidel Díaz sabe que una vez Bahía Honda aportó cinco peloteros a un mismo equipo Cuba de béisbol. Fue el año de Casanova, Urquiola, Julio Romero, Fernando Hernández y Félix Pino. Muy bien nos vendrían jugadores como aquellos ahora, y el profesor de Educación Física en la secundaria Eduardo Panizo Bustos, del norteño municipio, procura hallarlos en sus clases.
Por eso prepara cada una con verdadera pasión. Ningún recurso le parece suficiente en ese afán.
“Los metodólogos de la provincia eligieron una clase mía como la mejor, y en el concurso nacional resultó la cuarta de todo el país. Consistía en elementos técnicos del voleibol: saques, recibo, voleo, pase y ataque, con la formación de grupos de clase y corrección de errores técnicos, como elementos de capacidad física.
“Trabajé diferentes ejercicios de resistencia de la fuerza de brazos y piernas, entre ellos el lanzamiento de pelotas medicinales, tipos de saltos, flexiones y extensiones de brazos con implementos, y salto con suizas, a través del procedimiento en circuito, lo cual deparó un excelente rendimiento en los estudiantes.
“Por supuesto, para eso recurrí a juegos en que los alumnos se vieron muy motivados”.
Ese es el secreto a voces de Raidel Díaz.
“Debemos cuidar el porte y aspecto, así como preparar clases motivadoras. Yo le concedo gran importancia a crear medios de enseñanza; uso la cuña para el salto largo, el flexímetro para pruebas de eficiencia física, aros rústicos y pelotas medicinales con diferentes pesos, para trabajar la resistencia de la fuerza de brazos.
“Además, mantengo mi área de trabajo pintada, limpia y organizada. Mis clases incluyen métodos como los juegos didácticos y la competencia elemental para probar la rapidez de traslación y reacción. Procuro que, en conjunto, el alumno use su conocimiento; busco un rendimiento superior de sus capacidades, al utilizar mayor cantidad de implementos y el procedimiento en circuito.
“Recurro a medios novedosos para el aprendizaje, como los audiovisuales, con grabaciones de juegos de baloncesto, voleibol, fútbol, béisbol 5…, mediante los cuales enfatizo en los elementos técnicos y señalizaciones de los árbitros. Intento forjar un ambiente deportivo a cada instante.
“El fin de semana es momento para el proyecto Mi escuela campeona. Entonces, se suceden actividades planificadas por la escuela, el combinado deportivo u otras municipales y eventos en conjunto con la comunidad, como programas A jugar, proyecto Pasión en la calle, fútbol sala y demás.
“Mi objetivo es que los muchachos se superen y vean la clase como una guía al futuro, que los prepara para la vida, y así se sientan motivados a participar”.
Ni los más reacios conseguirían “salvarse” de sus intenciones de que mejoren los resultados en esta asignatura y hasta se conviertan en buenos deportistas o excelentes profesores de Educación Física.
Él mismo era el encargado de mantenimiento de su escuela, donde ha trabajado durante 26 años, y siempre quiso ser profesor, revela con orgullo.
“Desde muy pequeño practiqué deportes, hasta que tuve la oportunidad de estudiar Cultura Física. Imparto clases hace 15 años, y mi área de deportes en la secundaria es hoy mi segunda casa”.
Quien adora su obra de esculpir la mente y el cuerpo de un montón de chicos, no entiende de subestimaciones hacia la asignatura que imparte.
“Si el profesor se prepara bien, mantiene respeto hacia su labor y hace cuanto tiene que hacer; si sus clases son dinámicas, creativas, científicas…; si da vida a los proyectos Mi escuela campeona y divulga sus actividades, de seguro se convierte en un ídolo y es respetado por todos”.
La clase que le valió el premio como mejor profesor de Educación Física fue de voli, pero su deporte favorito es el béisbol, y le gustaría ser como aquel que descubrió a Casanova, uno de sus grandes ídolos.
“Desde niño participé en todas las categorías, con el profe Lázaro Gómez, hasta llegar a los campeonatos provinciales de primera categoría, cuando pertenecíamos a Pinar del Río. Entonces Bahía Honda era una gran potencia en la pelota, a nivel nacional, con grandes aportes a equipos Cuba.
“Si queremos el renacer del béisbol, debemos volver a buscar los talentos en la base, en los campos, y rescatar la pelota de segunda categoría en todos los barrios.
“Ahora que ya los profesionales juegan con Cuba, debemos poner juegos de las Grandes Ligas por televisión, de verdad, como lo hacen con el fútbol. Así se motivarían más niños y jóvenes a jugarlo”.
Lo dice con la convicción que le garantiza su empeño, de cultivar el amor al deporte y hasta de gestar el nacimiento de otro Señor Pelotero. Un día quizás pueda responder la pregunta sobre ¿dónde está Casanova?