Apenas distaban dos meses de su concepción y el espectáculo Una fiesta en la colmena, marcó un antes y un después entre el público infantil y la familia marieleña: la Villa Azul era testigo por primera vez de la actuación de su colmenita. Transcurría el tercer domingo de julio y la celebración del Día de los Niños erael momento ideal para hacer coincidir cada incipiente muestra de talento, arte y amor.
Con anterioridad, la colmenita de Artemisa se había presentado en La Puntilla -sede del proyecto de desarrollo local Continuarte, por invitación de su líder Alexander Leyva Torres- y el público marieleño quedó encantado con la propuesta. Muchos se acercaron con la intención de unirse; no obstante, debido a la lejanía, Alexander consideró oportuno concebir una en el propio municipio, idea que compartió con Susana Lara Romero y Ángel Graverán Pérez (los creadores del ya experimentado elenco infantil), quienes apoyaron la iniciativa.
Poco tiempo después se organizaron las captaciones. “La intención era que la propuesta llegara a todas las escuelas y rincones de Mariel, y los niños y sus familias conocieran que se realizaría un casting”, cuenta Susana, quien guía desde un principio al equipo que estaba por surgir.
Como resultado, se presentaron 396 pupilos. “Inicialmente seleccionamos 90. Se nos hizo difícil el proceso y fue preciso desarrollar una tercera captación, donde mostraran un pequeño montaje hecho por ellos y sus padres, hasta quedarnos con 60 niños (20 más de los que habíamos previsto)”.
El proyecto llevó por nombre Reparador de sueños. “Coincidió con la etapa en que mejoraba la situación epidemiológica y Alexander propuso denominarlo así, al ver en este una oportunidad para reparar los sueños rotos de los niños en la etapa de pandemia”, afirma Susana.
En lo adelante, varias comunidades, escuelas e instituciones han sido parte de la magia que emanan los colmeneros, que en su mayoría tienen entre cuatro y 13 años de edad, y se encuentran vinculados a varios centros educacionales del territorio. “Aparte de la primera presentación, que ha sido de las que más nos ha impactado, recordamos con gran satisfacción la realizada en el Congreso de la FEU en Artemisa y una que tuvo lugar el pasado 13 de agosto en Cabañas y fue muy emotiva”, añade.
Actualmente, trabajan en la obra La palma quiere ser reina, del periodista y escritor Reinier Del Pino Cejas, en la cual pretenden fusionar tres manifestaciones artísticas.
El apoyo de los padres ha sido esencial. “Son mi todo en este proyecto, el apoyo incondicional, y han estado presentes desde las primeras captaciones. Somos una gran familia”.
En dos ocasiones han trabajado de conjunto con la colmenita artemiseña, conocida como Pinceladas de miel, equipo al cual también se consagra. “Para mí es una sola familia, una sola colmena y ha sido divina cada unión. A través de WhatsApp ensayaron unos con otros, y cuando coincidieron en un espectáculo era como si hubieran estado siempre juntos. Las madres dicen que es el resultado de educarlos de una misma manera y para mí constituye un gran orgullo”.
El próximo 20 de mayo este proyecto llegará a su primer año, pero apenas es el comienzo. “Nos queda muchísimo por hacer. Cuando los niños hayan recorrido toda la provincia, quisiéramos que, en su momento, también puedan llevar su talento, sus pinceladas de amor y el afán de reparar sueños, a cada rincón de Cuba”.