Misas, bodas, procesiones… desde 1838, dotaban a uno de nuestros 11 municipios artemiseños, de una alegría contagiosa al venerar a la Virgen de la Candelaria, debido a que la gran mayoría de los emigrantes a este terruño tenían su origen en Canarias, de ahí que la festividad se mantiene hasta este 2023 para contagiar al pueblo y acercarle sus tradiciones.
Jana Pena Splenguer, especialista en Comunicación, de la dirección de Cultura, explica que inicia febrero con un acercamiento a la vida económica y social de la localidad, con el nombre Pétalos de Arcoíris, en el Lobby de la Casa de Cultura Enrique Jorrín, y una hora después en la comunidad Barrancones, se conversará sobre el origen del Pocito de la Virgen.
El 2 de febrero desde la avenida 31 hasta el parque arrollarán con su conga, Chicos de Barrio, sucederá la misa a las 9:00 a.m., y poco después una peregrinación de los hijos de ese pueblo animará céntricas calles, acotó.
Los candelarienses, y quienes se sumen el día conocido como de la Candelaria, en el precioso parque amenizado con variedad de ofertas, podrán disfrutar del espectáculo infantil Lluvia de Colores, del coro Voces de futuro, más la acción comunitaria La realidad de un sueño; a las 11 se prevé la presentación de la colmenita de Mariel, mientras a las 6:00 p.m. el grupo Ban Rarra convoca a disfrutar de la danza con su espectáculo Sabor a Caribe.
El 3 de febrero, amplía la especialista, Soneros del Caribe estará en el portal de la Casa de Cultura a las dos de la tarde, y al unísono la peña Claudino Santos abre sus puertas en el ranchón La Campiña, para los amantes de la música campesina.