Conversaba hace días con una veterana dirigente de los órganos Locales del Poder Popular, a quien sus vecinos habían nominado una vez más para desempeñar las peliagudas y vitales funciones del delegado, esa voz de la mayoría que la rudeza de los tiempos intenta a veces callar.
Aunque no ocultaba su satisfacción por la confianza, mi interlocutora reconocía las complicaciones que implica para un adulto mayor asumir la representación de sus semejantes, gestionar la atención oportuna a los planteamientos, idear soluciones conjuntas. También comentaba su disposición para guiar el camino de las nuevas generaciones
Entonces recordé a la delegada de la telenovela cubana Tan lejos y tan cerca, ese ser capaz de perder hasta el nombre, de sacrificar su vida personal (preñada de conflictos, sobre todo sentimentales), para atender los de sus vecinos: enfermedades, hoyos insondables en las calles, solicitudes de terrenos, proyectos comunitarios, y hasta la elaboración y entrega de alimentos a personas aisladas por la Covid-19.
El personaje de ficción, interpretado por la actriz Lili Santiesteban disfrutaba la flor de la juventud y aun así sentía sobre sus hombros el peso de una responsabilidad mayúscula como la de acompañar, explicar, defender, mediar.
Como tendencia estadística, quienes tienen entre 16 y 35 años apenas representan el 16 %de los 925 nominados en la provincia,del 21 de octubre al primero de noviembre, de acuerdo con Caridad Gómez Gavilán, secretaria del Consejo Electoral del territorio.
Además, 485 o el 52% son mujeres y 416 (45 %) negros y mestizos. Varios nombres se han reiterado en las 1 272 asambleas realizadas al cierre del martes último, poco más de la mitad de las previstas hasta el 18 de noviembre.
Faltan encuentros en las próximas semanas, de modo que resulta muy pronto para emitir criterios definitivos; sin embargo, me gustaría instar a la calidad del proceso, al interés del barrio por elegir a la persona idónea por su conducta, posibilidades reales para la tarea, entusiasmo y, en especial, sensibilidad ante las necesidades e inquietudes de su gente.
El delegado es la base del sistema político del país, lo sabe usted de sobra, si bien le acompañan el trabajo de los organismos, empresas e instituciones, así como el rol de servidores públicos de sus funcionarios, una lección demasiado des-aprendida en disímiles casos.
Hay ejemplos que dignifican el papel del delegado, y cuando lo afirmo pienso en GirciaLlanes, Sabás Montano, Dinorah Acosta, Caridad Fuentes…, entre tantos luchadores incansables contra los molinos de viento.
Ahora nos corresponde elegir y hacerlo bien, esperar la publicación de sus biografías, leerlas con cuidado, para luego expresar nuestra voluntad en las urnas, la voluntad de conservar el poder en el soberano, junto a la promesa de nunca defraudarlo.