Quizás lo mejor del Torneo Clausura de la 106 Liga Nacional de Fútbol sea cuán impredecible resulta organizar la tabla de posiciones tras cada jornada, pues santiagueros, camagüeyanos, habaneros y artemiseños mantienen similares posibilidades de aparecer en la punta.
Capitalinos y orientales anotan muchos más goles que el resto; sin embargo, eso no les ha servido para tomar ventaja de los otros contendientes por la cima. Los Gladiadores de Artemisa son de los que menos perforan la meta rival, incluso marcan un gol menos de cuantos reciben, pero han sido probadamente eficaces de cara al triunfo.

Garra, coraje, creer o comoquiera que se le llame a un elemento tan importante, e incuantificable en las estadísticas usuales, reduce las distancias entre quienes arrollan a sus adversarios y quienes avanzan discretamente, partido a partido.
Así fue como los pupilos de Reinaldo Torres dominaron a los agramontinos en la novena jornada. Camagüey apenas pasó de la media cancha. En cambio, sus anfitriones en el terreno de Grandes Alamedas, en Ceiba del Agua, Caimito, tuvieron varias oportunidades de gol; les bastó la diana al minuto 14 de Maykel Reyes. Del resto se encargó la defensa.
Un nuevo triunfo ante el asequible conjunto guantanamero, hubiera catapultado a Artemisa a un triple empate en el segundo escaño, pues los camagüeyanos cayeron ante Santiago de Cuba; mas, no pudieron aprovechar el pinchazo, al ceder por pizarra de 1-0.
De modo que se mantienen en la cuarta posición. Eso sí, todo podría cambiar este miércoles, cuando disputen en su cuartel general de Grandes Alamedas el partido pendiente ante La Habana; entonces la cima quedaría a un pasito.
Encima, los nuestros podrán sacar ventaja el sábado. Camagüey enfrentará a los capitalinos en La Polar: si hay empate, ambos entregan dos puntos; si hay un perdedor, renuncia a tres. Y ese día los Gladiadores visitan Cienfuegos, magnífica oportunidad para ascender, a costa de un adversario ya vencido antes.
Cierto, el Torneo Clausura se torna impredecible: Artemisa vence a los Miuras de Camagüey y luego es derrotado por los guantanameros. Pero alcanzar la cima es posible; estas cuentas no son cuentos.
