Es decisión personal, además de un derecho, acudir a las urnas, este 27 de
noviembre, para elegir, entre los candidatos del área de residencia, al delegado de la circunscripción, quien también será nuestro representante directo en la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Cuba asume este proceder desde 1976 y aunque el voto es totalmente voluntario, es válido recordar que son libres de ejercer sufragio todos los nacionales, mayores de 16 años, y de igual modo, si ya tienen 18 años o más, pueden conformar la candidatura, nacida desde el proceso de nominación en el barrio.
No ocurría así en las primeras elecciones (1900), bajo la tutela del gobierno interventor estadounidense, donde había que garantizar que los resultados de estos eventos favorecieran a los Estados Unidos. De esta manera, para votar, entre otros requisitos, los cubanos debían ser mayores 21 años, saber leer y escribir, además poseer bienes valorados en no menos de 250 pesos americanos. Estas restricciones arrebataron el derecho a votar a la inmensa mayoría de los negros y blancos pobres, además, se excluía del ejercicio del sufragio a las mujeres.
En la actualidad, y desde 1976, la base y célula fundamental del sistema del Poder Popular en Cuba, se cimienta en la circunscripción, considerada una división territorial del municipio, de donde nace la candidatura a delegados.
Y es precisamente allí, donde se hace sentir el protagonismo del electorado,
con fuerza de voz y voto para determinar su voluntad de elegir a los mejores representantes del pueblo.
Para que un candidato sea declarado electo, debe sumar más del 50 por ciento de los votos válidos en el Colegio Electoral, y si ninguno de los candidatos obtiene ese porcentaje, entonces, será necesario acudir a una segunda vuelta, tal como debe ocurrir el 4 de diciembre, tras las votaciones del 27 de noviembre.
Previo a los sufragios, en Artemisa, fueron realizadas 2 257 reuniones de nominación y en las 672 circunscripciones, concluyó la actualización de los listados electorales. El domingo 27, cuando abran las puertas de los 991 colegios, ya cada elector (en su lugar de residencia) habrá tenido la posibilidad de analizar la biografía de cada candidato, y de este modo, dar el sí por quien mejor lo pueda representar en la Asamblea Municipal del Poder Popular.