Caridad Fuentes Rivero es la eterna delegada y símbolo del intenso batallar por el bienestar de sus electores. En declaraciones exclusivas para el artemiseño, Cary, como la llaman afablemente, compartió experiencias en su condición de actual delegada, pese a la discapacidad física que le impone una silla de ruedas.
“El pueblo elige a quien quiere, siempre ha sido así desde 1976, cuando fui electa delegada a la Asamblea Municipal por el barrio Pijirigua, perteneciente al Consejo Popular Lincoln en Artemisa.
“Resolvimos planteamientos fundamentales como la construcción de una farmacia y la electrificación del barrio Nuevo, pero en especial conseguimos mucho trabajo comunitario y logramos que el pueblo participara en la solución de sus problemas y en el mejoramiento de la calidad de vida”.
Al crearse los consejos populares en 1992 asumió como presidenta de la demarcación Linconl; en 1993, la primera vez que la población ejercía ese derecho, resultó elegida diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, en la cual integró la comisión de los Servicios y se mantuvo durante 20 años.
En 1999 fue condecorada por el Comandante en Jefe como cuadro destacado del país, y comanda hace más de dos décadas el consejo popular La Matilde.
“A los nuevos delegados les exhorto a trabajar duro por la satisfacción colectiva y la credibilidad de nuestro Socialismo. Hay que fortalecer la labor del gobierno a partir de nuestras potencialidades. El delegado debe conocer su entorno social para transformarlo de manera sistemática; saber escuchar las inquietudes del pueblo, nunca engañarlo, ni cansarse de gestionar, al menos, una respuesta adecuada. Mi mayor orgullo es el reconocimiento y el cariño de la gente”.