Mayra González es un rostro familiar en Caimito, ella siempre fue parte indisoluble de su comunidad, con 30 años como la delegada de la circunscripción 22.
“Desde hace aproximadamente tres mandatos tuve que abandonar por problemas familiares, debía cuidar a mi madre por su edad avanzada y no podía asumir la tarea de forma correcta”, explica.
Pero la delgada que vive en su corazón nunca la abandona, no deja al barrio de lado, se preocupa por su gente. Fueron 30 años sorteando cada reto, cada carencia; pudo hacer sueños realidad y resolver problemáticas; así se ganó el respeto y el amor de quienes representó. Se nota nerviosa, como a quien no le gusta hablar de uno mismo.
“Mi mayor felicidad es ayudar a una persona que lo necesite, eso me movía en mi trabajo a diario. Quien llega con una queja, por lo menos se merece una respuesta digna”.
Actualmente es presidenta de su CDR, se encarga de la distribución de los alimentos de Cimex y quiere reactivar el parque de su comunidad: un proyecto que concibió, vio nacer, mantuvo y hoy está abandonado. Quiere devolverle su esplendor y al terreno de pelota también.
“Pienso apoyar al delegado elegido para así poder reactivar esas zonas, muy necesarias porque estamos en la periferia del pueblo y le permite a los más pequeños y jóvenes tener áreas para jugar y divertirse”.
En mi día a día como representante del pueblo siempre mantuve la máxima de Ernesto Guevara y cito: “para llegar al pueblo hay que sentirse pueblo, hay que saber qué es lo que quiere, qué es lo que necesita y qué es lo que siente el pueblo”.