Concretar proyectos; sumar ingenieros y arquitectos de la construcción en las inversiones, no por formalidad sino por la indispensable calidad; incluir tanto a jóvenes como jubilados en tareas de impacto; entre otros temas críticos de funcionamiento en secciones de base fueron a debate entre artemiseños de la UNAICC, previo a su Congreso.
En una transparente asamblea analizaron acerca del crecimiento de la membresía, la sede donde funcionan tras años de percances y de un ejecutivo estable con una misma presidenta en los 11 años de creada Artemisa: la arquitecta Leticia C. Gómez Matos.
También refirieron incoherencias entre proyectistas y ejecutores de obras; chapucerías que afean la ciudad y la apropian de incultura, cuando debería ser al revés; inauguraciones de obras con incumplimiento de normas, al regirse por fechas históricas y no por cronogramas; así como, diferencias salariales según el sector o la forma de gestión en la cual laboran los profesionales.
Frank Tejeda Hernández, miembro del Buró provincial del Partido, convocó a funcionar mejor en la base y crear alianzas con las administraciones, pues: “hay mucho para aportar al desarrollo territorial, de manera ordenada e integral, incluso tras nexos con la Universidad”.
Entretanto, la arquitecta Mercedes I. Elester Sabigne, presidenta nacional de la UNAICC, explicó la importancia de conocer los estatutos que nos amparan para desarrollar la profesión y actuar en consecuencia, de ahí las reservas notables de cuánto aún no hemos hecho. Encontrar dónde está el problema, y resolverlo es una urgencia, pues no hay tiempo que perder en torno a un hábitat responsable, dijo.
Al concluir el debate, se eligió al nuevo ejecutivo, presidido por Yesenia Alfonzo López, quien labora en la Empresa de Fibrocemento Mario Echevarría López, de Artemisa.
