Inundaciones costeras en zonas bajas, penetraciones del mar, fuertes vientos e intensas lluvias que afectaron indistintamente a los 11 municipios de la provincia, en especial a los del Sur, son las principales afectaciones a
nuestros ecosistemas durante el paso de Ian, según explicó Orlando Díaz Daria, director de Ciencia Tecnología Innovación y Medio Ambiente (Citma) en Artemisa.
“Los vientos sostenidos entre 85 y 140 km/h, afectaron el 40 por ciento (%) de la vegetación terrestre, mientras que el ecosistema de manglar recibió impactos en menor porcentaje, al igual que los sedimentos y pastos marinos”, añadió.
El estudio del equipo multidisciplinario arrojó pérdidas mínimas en las áreas boscosas, en la franja hidrorreguladora y en el arbolado de zonas urbanas y manglares.
Cajío, Guanímar y Majana reportaron penetraciones del mar, aunque no son los únicos en dicha situación. En el Orquideario de Soroa sufrieron daños tres cubiertas de los umbráculos y varias colecciones de orquídeas;
mientras que, el desbordamiento del río Las Terrazas afectó la casa de botes y erosionó las márgenes hidrorreguladoras.
En San Cristóbal se dañaron plantaciones de café, cedro, majagua, pinos y árboles frutales tras el evento que, de manera general, obstruyó senderos y ocasionó la pérdida de diferentes especies maderables como algarrobos, palmas reales, yagrumas, pino y alguna que otra especie.
“En la provincia existen 11 áreas protegidas. Actualmente se realizan evaluaciones para cuantificar las afectaciones en estas zonas, aunque de manera preliminar se reportan perjuicios en Guajaibón y la Sierra del
Rosario”, concluye.