Juntar voluntades hermana hombres, alimenta el espíritu y sana el corazón de los humildes. Estas premisas resultan motor impulsor del trabajo que se realiza en Candelaria, con la cultura física y la recreación. Ellos se empeñan en hacer más placentera la vida de los pobladores de la ciudad y las montañas.
Visitar este sitio permite percibir la disciplina y cultura deportiva de sus habitantes. Junto al ajetreo diario en las escuelas, centros de trabajo, unidades comerciales y la propia glorieta del parque municipal, predomina el amor al deporte y la salud.
Roberto y sus alumnos
En el combinado deportivo número uno encontramos a Roberto Yglesias Ramos, profesor del asentamiento poblacional Bayate. Él atesora más de 20 años en el trabajo de la cultura física, en especial con los círculos de abuelos.
Esta vez llevó a sus veteranos alumnos a Candelaria, para un encuentro fraternal con otros de la tercera edad. La mañana transcurre entre juegos, bailoterapia, ejercicios de respiración recuperativa y conversatorios sobre el deporte.

Tienen vivencias que contar. Ancianos con padecimientos coronarios, de gota, artrosis y asma bronquial, manifiestan sentirse muy bien después de trabajar los ejercicios matutinos con Roberto.
Al final de cada encuentro, la cultura se hace sentir en el colectivo. El profesor y los alumnos corean y bailan un chachachá, como para no dejar morir la tradición de un hijo de esa tierra, el maestro Enrique Jorrín.
Convenio necesario
En la biblioteca de la escuela especial José Luis Tassende, de Candelaria, trabaja el profesor René González Díaz, Licenciado y especialista en la recreación. Visitar su espacio es sinónimo de sensibilidad humana, sentido de pertenencia y amor.
René destaca por el cumplimiento del convenio Inder-Mined, relacionado con el perfeccionamiento: ambos organismos trabajan por la salud mental y física de los alumnos.
El profesor recurre a la ludoteca de la escuela, para desarrollar habilidades en los niños con necesidades especiales: los conduce a dominar los juegos de ajedrez, dominó, damas y parchís.
Los pequeños mejoran la calidad de vida, y se recrean de manera sana en el área deportiva de la escuela, mediante juegos de habilidades motoras y mentales, para elevar la capacidad de reacción. Además, ejecutan ejercicios de memorización, muy necesarios en niños autistas.

La serranía, escenario ideal
Igualmente las montañas de Candelaria perciben orgullosas el trajín de los habitantes de Candito. Después del paso del huracán Ian, vuelve la normalidad.
El aire puro oxigena el alma, y el canto de las aves da vida al entorno natural. En las proximidades de los grandes mogotes, descansa una escuelita donde es visible la alegría de los pequeños en la clase de Educación Física. Calentamiento, carreras con obstáculos y ejercicios matemáticos con cambios de implementos, imprimen acción a la tranquilidad del lugar.
Cerca hay un círculo de abuelos. Los profesores Wilson Páez, Yeison Amador y Belkis Hernández disfrutan su labor comunitaria a través de la cultura física. Unen voluntades entre juventud y experiencia.
Wilson es el más avezado en esos menesteres de la cultura física y la recreación; le permite ser líder del grupo. Belkis representa el empoderamiento de la mujer de la serranía en el deporte; enamora con su sonrisa, y ejecuta el ejercicio con delicados movimientos junto a los abuelos.
Yeison es el más joven. Recién graduado de la EPEF Máximo Gómez, en Güira de Melena, prefirió trabajar en la montaña, donde sus conocimientos son más útiles. Dice que allí, en su barrio Candito, hace camino al andar y cultiva el cariño de quienes le vieron crecer.
Al momento de nuestra llegada, jugaban a La bola rústica, tradicional en Venezuela en el programa Barrio Adentro Deportivo. Consiste en lanzar una bola semipesada, para conseguir fuerza muscular y mayor alcance en cada envío: siempre por debajo del brazo, a fin de no lastimar músculos ni tejidos fibrosos. Se trata de llegar más lejos en cada lance, sin abandonar el límite del terreno.
El aire puro de la serranía invita al trote matutino, el desarrollo de la capacidad pulmonar de los abuelos y la charla relacionada con la Liga Élite del Béisbol Cubano, o la medalla de oro del judoca Andy Granda en el Mundial.
Una décima guajira salpicada de humor y un coro con temas de Polo Montañez, sirven de fondo a la invitación a regresar… de quienes insisten en juntar voluntades. ¿Sus razones? La dedicación continua a un trabajo tan admirable.