París bien vale una… medalla. Si las derrotas de hoy equivalen a una presea mañana en la Ciudad Luz, ni siquiera importa que te marches sin oro, plata o bronce del Campeonato Mundial de Judo en Tashkent, Uzbekistán. ¡Tranquila, Idalys!
¿Que las esperanzas de todo un país estaban puestas en tu maestría sobre los tatamis, porque Cuba andaba fuera del medallero hasta la última fecha? Cierto, pero sabemos que lo intentaste. ¡Sacarás lecciones como siempre, campeona!
Muchos tal vez no recuerden que la china Wen Tong, quien dominó la división de más de 78 kilogramos durante una década, en la cual fue siete veces campeona del mundo y titular olímpica en Beijing 2008, te derrotó cuatro veces antes de los Juegos Olímpicos de 2012. ¡Y en Londres la venciste con irreverencia, como si sus números uno y cuantiosas medallas no sirvieran de nada!
Así ocurrió también con la japonesa Megumi Tachimoto, la adversaria que te separó cinco veces de lo más alto del podio en los Grand Slam de París y Tokyo. ¡En el Mundial de Río tomaste revancha a la hora buena!
¿Qué sucedió ahora? Tras cinco victorias ante la brasileña Beatriz Souza, han sobrevenido dos percances. Quizás porque le encaja a tu estilo, considera el colega Joel García: más alta, difícil para tus técnicas favoritas. Si chocan en París, será distinto, ¿verdad?
¿Y contra la israelí Raz Hershko? No la conocías: joven, inspirada, nadie con mayor cantidad de preseas consecutivas desde Tokyo. Es la nueva generación, incluso más joven que la nipona Akira Sone. Algo habrás de tramar para la próxima, ¿o me equivoco?
Creo que tu oponente principal en esta cita fue… la falta de fogueo. Pese a haber entrenado muy bien, tuviste poca competencia, apenas un Grand Slam y un Grand Prix, y no basta, a pesar de tu experiencia y calidad. ¿Coincides conmigo, Lali?
En la capital de Uzbekistán dejaste en el camino a la georgiana Sophio Somkhishvili y a la mongola Adiyasuren Amarsaikhan. Allí triunfó la francesa Romane Dicko, ante Beatriz Souza. Pero en los Juegos Olímpicos, ¡que se preparen Dicko, Sone, Hershko, Souza y cualquier otra!
Porque a la hora de la verdad, bajo la bandera de los cinco aros, ¡donde has ganado cuatro medallas!, es cuando tú sobresales. Cambiamos Tashkent por París. ¿Te parece?