Alejandra siempre supo de pequeña que era niña, y no varón, como algunos le hacían entender.
Creció entre batallas por el respeto y la igualdad, y aunque sus derechos están a medias en este instante, aspira a ser mejor persona, sin etiquetas… sin reproches.
Esta noche nuestro podcast Somos Familia le presenta su historia, plena de felicidad e incomprensiones, pero esperanzadora. También contamos con las intervenciones de Eilen, psicóloga y Yuliesky, jurista.
Por el momento, recuerda que el cuerpo es el soporte del alma y el único vehículo que tenemos para expresar y materializar nuestra forma de ser.
Trata a todo el mundo con respeto e igualdad por el mero hecho de ser persona y tener derecho a recibir el mismo trato que todo el mundo sin importar su apariencia.