En el Finca Tungasuk se dieron cita un grupo de mujeres para aprender sobre el uso de la copa menstrual, desde la óptica del emprendimiento de La Mina, el proyecto Tercer Paraíso Cuba y la iniciativa Copas para todas.
Durante casi dos horas se dialogó sobre las ventajas del uso de la misma, así como su contribución a la protección medioambiental. Participaron mujeres trabajadoras de la finca mencionada, además de Finca Marta y de la Burgambilia.
¿Qué es La Mina?
“La Mina es un emprendimiento que funciona bajo la línea de la autosostenibilidad económica, y apoya proyectos socioculturales integrados a la plataforma organizada por Tercer Paraíso Cuba», explicó Laura Salas Redondo, creadora y fundadora.
La idea parte del tratamiento de residuos y de promocionar el reciclaje, haciendo énfasis en el plástico. Nuestro proyecto ha estado apoyado por el artista Michelangelo Pistoletto, quien ve el arte como un agente de cambio dentro de la sociedad, agrega.
“La aspiración es llegar a las comunidades habaneras y de cualquier sitio de Cuba, siempre desde la base de la educación y el intercambio de experiencias”, añade Salas.
«Mantenemos como esencia la creación de lazos de colaboración para reducir, reusar y reciclar. Llegar a Artemisa también nos posibilitó acceder a mujeres residentes en zonas rurales”.
Las copas se entregan de forma gratuita, gracias a un donativo de la embajada de Alemania. Busca en todo momento concientizar sobre los desechos derivados de las almohadillas sanitarias; sin olvidar como estos temas son tabúes en la sociedad de hoy.
“El uso de la copa ha significado para muchas mujeres un cambio radical en su vida; a otras, les permitió vivir esos días sin estrés; para algunas, menos dolores”, añade Mavis de la Colina, también fundadora.
Cada taller se basa en la experiencia. Las creadoras dan consejos sobre la colocación, el ahorro monetario de su uso, así como otros aspectos a tener en cuenta; sin olvidar que no es moda, ni obligado su empleo.
“El dispositivo de silicona es reutilizable y siguiendo algunos consejos básicos puede tener una vida útil de 10 años. La información viene de nuestra práctica personal, así como de la investigación. No es para todas, lo sabemos, pero perseguimos brindar datos actualizados a las mujeres y luego cada cual elige si la adopta o no”.
“Una copa menstrual permite dejar de emplear miles de almohadillas sanitarias, esto representa la misma cantidad de plástico que cuatro bolsas de nylon, según un estimado. Las cuales tardan alrededor de 55 años en degradarse”, expuso Colina.
Para algunas mujeres, sobre todo quienes viven en zonas de campo, el acceso a las íntimas supone un problema: la escasez, los precios elevados en el mercado informal, la mala calidad u otros problemas asociados a su uso como las alergias. La copa puede ser una solución viable.
“Copas para todas nos ha permitido estar más cerca de nuestros objetivos como proyecto, conocer de primera mano el día a día de quienes la utilizan. Nos sentimos bien porque tratamos temas tabúes; vemos el ciclo menstrual de forma natural y les permite a las mujeres expresar sus dudas en un espacio seguro”, concluye Laura Salas.