No fue un inicio, pero lo pareció, porque el regreso a las aulas de 75 106 alumnos, en 385 instituciones educativas, tuvo los ribetes de siempre: preparar mochilas, lápices, gomas, libros y libretas; pintar y limpiar escuelas; volver junto a los amigos y los profes; reiniciar la fiesta del conocimiento, la que garantiza el futuro.
Y en la Universidad de Artemisa sucedió otro tanto, incluso con un incremento de capacidades en las dos residencias estudiantiles.
Ayer se incorporaron los estudiantes de primer y segundo años académicos, y el resto lo hará mañana miércoles, en ambas sedes.