Como en los tiempos de la antigua Roma, el rival era el campeón de Europa. Pero, sin importar el escudo de los centuriones, fabricado con su experiencia y maestría, Jesús Herrera, el gladiador de Las Cañas, en Artemisa, levantó su brazo e hirió las defensas de los favoritos 23 veces.
Italia no había perdido ni un solo parcial en la batalla de Eslovenia. Sin embargo, la tropa de Cuba había creado gran expectativa: querían volver a la élite en este mismo Campeonato Mundial de Voleibol. En el primer intercambio de golpes, vencieron los conquistadores; en el segundo, los rebelados contragolpearon con fuerza.
Y a la cuarta fue la vencida. Al final, sucedió lo que había planeado el César, aunque el imperio fue sorprendido por un gigante sin más blasón que su bandera y un número 12. Dicen que cuando alzaba la zurda, no había armadura doble ni triple capaz de bloquearlo.
Duele haber perdido el sitio que queríamos reclamar. No basta la fuerza al atacar, cuando la defensa, el servicio, el bloqueo y el resto de la artillería no se comporta a la altura del león artemiseño. Está probado cuánto ha mejorado el sexteto antillano, y cuánto promete; aun así, queda mucho entrenamiento para destronar a emperadores y reyes.
Mientras, en Oberwart, Austria, una muchacha de la Villa Roja casi manda en un arte marcial inventado por japoneses, hoy dominado entre ellos y los galos. En el Abierto Europeo de Judo, Vanesa Godínez vendió bien cara su derrota sobre el tatami, ante la primera clasificada del ranking en la división los 48 kg, la francesa Shirine Boukli.
Godínez aprovechó la oportunidad para mostrar que sí, que quienes la vieron como un buen prospecto no estaban equivocados. Que les pregunten a la austriaca Catarina Tanzer, a quien ganó por waza-ari; a la uzbeka Khalimajon Kurbonova, a quien propinó ippon en cuartos de final y a la rumana Alexandra Pop, otra víctima por ippon que le cedió el pase a discutir por el oro.
Por si no bastara, un muchachito artemiseño brilló en Hermosillo, México, con el equipo cubano subcampeón en la V Copa Mundial Sub-15 de Béisbol. Frente a Japón, Ernest Machado cerró el partido sin tolerar imparables ni conceder boletos. Y fue él quien puso orden y silenció a la ofensiva panameña, en el segundo desafío, con ponche incluido.
Artemisa en los muros de Eslovenia. Artemisa en Austria derribando en los tatamis. Artemisa en el estadio de Hermosillo. ¡Artemisa de frente, dondequiera!