Los sentimientos afloran, desde muchos corazones, cuando se habla del nuevo Código de las Familias y de las bondades a problemas sociales que, hasta ahora, no encontraban vía legal para su solución.
En San Antonio de los Baños, conmovedoras anécdotas acompañaron el intercambio de la Federación de Mujeres Cubanas y juristas, con un nutrido grupo interesado en esclarecer cuestiones que han generado polémica en la población.
Mercedes Cruz, metodóloga de la primera infancia y responsable del Programa Educa a tu Hijo, asegura tener vivencias suficientes para saber que este código hacía mucho estaba haciendo falta. “Las familias están frenadas por las imposiciones de una vieja ley, de hace 47 años, que fue diseñada para otro contexto y nuestra sociedad ha sufrido transformaciones.
“Soy maestra, atiendo a las familias, y sé, porque entro a sus casas, que lo necesitan. Y con el tiempo, todos los que hoy están poniendo una resistencia, aplaudirán la idea cuando se vean favorecidos, apoyados y atendidos con el nuevo Código”, asegura esta educadora que habla con los ojos humedecidos y con el corazón oprimido, al recordar anécdotas personales en la que se vio totalmente desprotegida por el código actual.
Otras voces femeninas del Ariguanabo, sacaron sus razones para el Sí, desde el medio del pecho. Algunas de ellas testigos de acciones violentas e injustas. Romelia López, coordinadora municipal del Grupo de Atención a la Familia, sabe que no es momento de mirar atrás, los tiempos son otros y el cambio se impone, también para las normas jurídicas.
La historiadora Estela Pérez, reconoce a Martí en el texto que conforma al nuevo Código, porque, para él, “la familia es como las raíces de los pueblos”.
Con basto conocimiento del tema, comparecieron en el intercambio los letrados Miladys Carmona y Yeni González fiscales del Tribunal Provincial, así como Yuliesky Amador, profesor de la Universidad de Artemisa. También se hicieron acompañar por autoridades partidistas y gubernamentales del municipio y provincia.
