De cómo en la finca La excelencia, del campesino Mario Cordero Valdés crecen los espejos de agua para la cría de alevines con tilapia california roja conoció el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández, titular de Economía y Planificación, en recorrido por el municipio Artemisa.
La experiencia se ha extendido a otros 19 productores, a los cuales Mario les ha facilitado ejemplares. En estas tierras, pertenecientes a la CSS Rigoberto Corcho López, garantizan el alimento animal mediante la lombricultura y la elaboración de un salvado rústico con residuos de cosecha y maíz.
Acompañado por Alexander Valdés Valdés, miembro del Buró Provincial del Partido y Ricardo Concepción Rodríguez, el gobernador, Gil Fernández también apreció la siembra de 67 especies de frutas, de estas siete de aguacate, y se interesó por la venta del lixiviado y del humus de lombriz, además de microorganismos eficientes a 57 agricultores de varias localidades.
El también diputado al Parlamento por Artemisa visitó el Proyecto de Desarrollo Local minindustria, para la elaboración y procesamiento de pescado y otros, concebido en cuatro áreas. En la primera se obtendrán minutas, hamburguesas y derivados; mientras, los residuos serán empleados en la alimentación de aves de corral.
Juan Francisco Valdés Rivera, al frente de la iniciativa, agregó que dispondrán de un huerto de plantas aromáticas y vegetales, unido a la comercialización de sus producciones en un punto de venta y en el otrora Mariní, restaurante insigne de la localidad que forma parte del proyecto.
El encadenamiento con 26 embarcaciones de la base de Majana, 10 pescadores acuícolas y otros emprendimientos afines como el de Mario, permitirán fortalecer la presencia de la proteína”, afirmó Valdés Rivera.
También Gil Fernández dialogó con Luis Yhanes Nochea, asociado a la CSS Antero Regalado y al frente de la minindustria Yhanes, que ya vende mermelada de mago, frutabomba y guayaba, encurtido, vinagre y vino seco.
El viceprimer ministro comprobó la construcción de un quiosco para la venta de estos surtidos y frutas, procedentes de los campos aledaños. Asimismo, se interesó por la adquisición de envases, gracias al vínculo con la Unión de Industrias Militares, y por el ritmo de trabajo de la maquinaria, diseñada para seis toneladas diarias.
Al cierre de su periplo, Gil Fernández intercambió con directivos de empresas con pérdidas como la de Cemento Mártires de Artemisa y la Avícola, a fin de conocer estrategias encaminadas a superar las deficiencias y acercarse a la satisfacción de las necesidades.