Niños que juegan a construir un proyecto de vida bajo el concepto de trabajo honesto y comprometido, demostraciones expositivas, juegos de participación, actividades culturales y recreativas… es la fotografía imaginada cuando llegamos hasta un Palacio de Pioneros.
Sin embargo, los años de pandemia, una crisis económica prolongada y el mal estado constructivo que ya exhibían algunos de estos inmuebles en Artemisa, distorsionan los encuadres de esa imagen ideal que soñamos.
Alain Díaz García conserva muy buenas memorias de aquellos días de maravilloso ajetreo en el Palacio de Pioneros Alfredo Corcho Cintra, de Guanajay, cuando en 2016 fungiera como presidente de los pioneros en el municipio.

Hoy, otra vez en esa responsabilidad, reconoce que el palacio no brilla como antes; poco a poco la maleza amenaza con tragarse quizás el más importante centro de formación vocacional ubicado en la localidad.
Con una situación constructiva compleja en las aulas de la derecha y el fondo, durante el recién culminado período lectivo, el Corcho Cintra no impactó de la manera habitual.
Aunque trabajadores e instructores hallaron otras vías para no abandonar su labor vocacional hacia los niños guanajayenses, nada podrá competir con la magia en el interior de un palacio.
Por eso no resulta fortuito concebir, para el plan de inversiones de 2023, el mantenimiento de esta obra gigante, no por su tamaño sino por su esencia, según datos ofrecidos por Lazara Yudelky Quiala, presidenta de los pioneros en el territorio.
Pero varios meses pasarán mientras las acciones de remozamiento le devuelvan su esplendor. Entretanto, por qué no aprovechar este verano con todos y movilizar a instructores, alumnos y padres, en aras de mantener la limpieza de sus áreas exteriores, donde lo verde apenas deja ver lo que parece ser su parque temático.
Entre debilidades y fortalezas
Artemisa cuenta, entre sus instalaciones pioneriles, con siete Palacios de Pioneros ubicados en Bahía Honda, San Cristóbal, Candelaria, Guanajay, Bauta, San Antonio de los Baños y Güira de Melena.
“Tres exhiben buen estado constructivo, dos regulares y dos en malas condiciones, estos últimos inmersos en reparaciones: el Dionisio San Román, de Bauta y el Seremos como el Che, en Güira de Melena”, apuntó Quiala Leal.
“Ya concluyeron las reparaciones en Candelaria y Bahía Honda, con reposición del mobiliario e instalación de las redes fitosanitarias e hidráulicas.
“Una vez terminen las acciones de mantenimiento, prevemos la visualización de locales en Caimito, Alquízar, Mariel y Artemisa, para inaugurar nuevos centros”.
Quiala Leal aclaró que, pese a la inexistencia de estas instituciones, en esas localidades los colectivos pioneriles trabajan los círculos de interés con la colaboración de empresas e instituciones de servicios, encargados de brindar atención priorizada a los pioneros con aptitudes e inclinación por cada perfil.
La presidenta de los pioneros enfatizó en el mal estado del mobiliario y la plantilla incompleta de instructores pedagógicos, principalmente de secundaria, según la demanda de las localidades y capacidad de la Escuela Pedagógica. “Asimismo, entre las insatisfacciones prevalece el no ingreso a carreras pedagógicas del 100% de los alumnos provenientes de círculos de interés con este perfil.
“Unas 40 escuelas de la enseñanza primaria y secundaria, 242 círculos de interés, 38 instructores y casi 3000 alumnos vinculados, sobresalen entre las fortalezas derivadas del trabajo de nuestros palacios.
“Destaca igualmente la relación estrecha entre empresas como la de Café (Bahía Honda), Azcuba (San Cristóbal) y Tabaco (San Antonio de los Baños), aunque aspiramos a sumar otras como THABA y el Matadero de aves y reses (Candelaria), Imeca (Güira de Melena), el Lácteo y la Ensambladora de Omnibus (Guanajay)”.
Devuelta la esperanza
Desde su creación en 1983, el Palacio de Pioneros Seremos como el Che, en Güira, nunca recibió mantenimiento hasta hoy, revela Dayling Acosta Espinosa, su directora. El inmueble tenía disímiles daños, sobre todo en el techo, la instalación sanitaria y las luminarias, agregó.
El 26 de enero, cinco albañiles de la Mipyme ariguanabense Pelayo Cuervo Naranjo, liderados por Yandri Pérez Rodríguez socio principal de la Mypime de construcción, emprendieron una labor de lunes a viernes para cambiar esa situación.

“La dirección de Educación en el territorio garantiza la estabilidad de los recursos, por lo cual el avance de la obra no ha sido afectado”, enfatizó la directiva.
“Comenzaron por la planta alta. Descorcharon el área del patio, colocaron papel impermeabilizante y encima montaron una especie de placa con losas. Hicieron nueva la instalación eléctrica, y dejaron pintada y lista cada aula.
“Queda pendiente la adquisición de una turbina para garantizar el acceso al agua en todo el inmueble, así como sustituir el mobiliario, único desde su fundación. Y resta terminar las actividades constructivas del frente, la vestidura de la escalera y la reparación de aleros.
“Las obras nos obligaron a salir fuera del palacio, y quedó reducido el número de círculos de interés. Una vez concluidas, quedarán activadas 12 aulas e igual número de círculos a asumir en el centro. Incluso las especialidades que no lo necesiten, podrán desarrollarse en el patio.
“En septiembre, una vez más firmaremos convenios de trabajo con las empresas”.
Aunque por resolución ministerial se establece la contribución de las empresas a la formación vocacional, mediante círculos de interés a tiempo completo o parcial, en el municipio sureño solo Educación tiene cubiertas sus cuatro especialidades, aclaró Dayling Acosta Espinosa.
Es precisa la colaboración y participación de todos para impulsar estos espacios de formación vocacional.
Devuelta la esperanza y la vitalidad a sus salas, es muy probable que, con el inicio del nuevo curso escolar, en noviembre, los alumnos vuelvan al palacio, reclamo exigido por ellos cada vez que caminan por las cercanías.
Allí se desata la magia. Niños y niñas pasan de escribir o copiar de una pizarra a desarrollar habilidades a partir de la inclinación por determinado perfil.
Cuanto seamos capaces de lograr en estas sedes imprescindibles, transformándolas en lugares acogedores e interesantes, será un triunfo en pos de un mejor futuro. En el interior de sus aulas, y entre el olor de sus jardines, se esculpe la arcilla de los hombres y mujeres del mañana.