Osmairy González Espinosa es una verdadera campeona de la voluntad. Desde niña siguió los pasos de su papá en el deporte rey. Hoy, con 21 años, bebe el fruto del sacrificio, las madrugadas robadas al sueño y las largas jornadas de entrenamiento bajo el Sol.
A los diez años, asombró a los profesores de la Eide Julio Díaz González con un tiempo de 3.30 en 1 000 metros, marca aún vigente. Desde entonces fue captada para la escuela.
“Mis inicios fueron como los de toda niña que le gusta correr. Agradezco al profesor Bismel Rodríguez, por descubrir mi talento y enseñarme todo lo que soy. Después llegó mi actual entrenador Yorlensis González Hernández, el autor intelectual de la medalla de oro en los 3 000 metros con obstáculos en el Memorial Barrientos”.
¿Esperabas ese resultado?
“Si le digo que sí no sería sincera. Tuvimos solo cuatro meses de preparación, después de dos años sin competencia alguna. Por eso la medalla es una alegría doble”.
¿Y qué viene en lo adelante?
“Seguir trabajando en espera de nuevos compromisos, con tal de alcanzar otros triunfos en lo personal y para la escuela. Además, estoy captada para la selección nacional en el área de fondo y medio fondo”.
¿Insatisfacciones?
“Solo una. Estoy a punto de graduarme como Licenciada en Cultura Física y Deportes, y no tengo aún la ubicación para iniciar la vida laboral. Si no resuelvo ese problema, tendré que dejar el deporte.
“Agradezco a mis padres y entrenadores toda la entrega para mis triunfos; a mi pareja Omar Enrique Molinet, por su cariño y comprensión… y al pueblo de Artemisa, que sigue mis resultados”.
El diálogo concluye, pero la ariguanabense continúa en su empeño, en una de sus sesiones de prácticas en la pista de la Eide. Ella sonríe satisfecha. Sin dudas, es una campeona de la voluntad.
