La urbanización de la comunidad aledaña al hospital Ciro Redondo García, en Artemisa, le fue encargada por la Dirección Provincial de la Vivienda a la Empresa de Servicios Técnicos del Arquitecto de la Comunidad (Sertac).
Ibelise Carraceo Contreras, directora de Desarrollo de la entidad, explicó que “se ha trabajado el proyecto según el nivel de prioridad establecido: primero el Favorito y Reparto 13 de marzo, ambos entregados; nos ocupa ahora la zona en cuestión, mucho más difícil, porque ya las personas construyeron y no vamos a diseñar viviendas.
“En esa situación corresponde intensificar el estudio de campo, comprobar las condiciones del terreno, las medidas y saber qué tanto se respetó el trazado de las calles”.
Carraceo Contreras dijo que tienen el levantamiento. Resta proponer alternativas para el asfaltado, las aceras y quizás reubicar postes de la red eléctrica; en el caso de las redes hidráulicas, “corresponde a los especialistas”.
Asimismo, “hemos identificado y marcado los lugares donde existe desnivel del terreno, a fin de encontrar futuras soluciones técnicas de conjunto con la Empresa Constructora Integral del Ministerio de la Construcción, a la cual le solicitamos la presencia de un topógrafo en estas exploraciones, pero no se ha incorporado”.
De acuerdo con la directiva, “no se trata de llegar y echar las calles; tal vez sea preciso revertir alguna pendiente”.
El estudio del terreno lo asumió la joven arquitecta Rachel Martínez Santana, quien debió actualizar los planos disponibles, de hace unos 20 años. Al caminar la comunidad, se percató del cierre de una cuadra debido a la construcción de casas, de modo que señaló lo complejo de mejorar los viales.
Además, según Carraceo Contreras, “aún nos falta proponer el emplazamiento de servicios a la Dirección de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, una vez identificados terrenos libres, los cuales escasean allí”.
Lejos de los servicios
Orestes Mendoza González, poblador de la comunidad, carga más de 70 años sobre su espalda. Al igual que la mayoría de las personas de la tercera edad, posee un tarjetón de medicamentos controlados. Para adquirirlos debe trasladarse casi tres kilómetros hasta la farmacia del reparto de los militares, a la entrada del municipio cabecera.
“Antes comprábamos en la del consejo popular Reparto Nuevo, pero un día decidieron pasarnos para aquella; desde entonces, la distancia comenzó a golpearnos”. Algunos se movilizan gracias a un medio de transporte; otros se valen de familiares y amigos.
Algo similar sucede con el consultorio del médico de la familia. A esta población le corresponde el número 10, en el cual atienden a más de 1 500 habitantes, lo que contradice las exigencias del perfeccionamiento de la Atención Primaria de Salud.
“No hemos encontrado un área o lugar disponible para tales fines”, señala la doctora Omara Pérez Laza, directora municipal de Salud Pública.
En busca de respuestas llegamos a la Dirección Provincial, donde la licenciada Xonia Tenreiro Hernández, jefa del Departamento de Medicamentos y Tecnologías Médicas, sugiere “reubicar la población de los consultorios, en especial la más próxima al estadio 26 de Julio y al lateral del hospital”.
Así los ubicarían en una farmacia cercana, debido a que incumplen varios requisitos para abrir un nuevo local, como el número de pobladores (inferior a los 4 000).
“La posible apertura de una farmacia comunitaria deben coordinarla las direcciones de Salud con las autoridades del Gobierno y la Administración Municipal, sobre la base de planteamientos del pueblo”, precisa Tenreiro Hernández.
De acuerdo con Juan Permuy Felipe, intendente de Artemisa, “nunca la Dirección Municipal de Salud ha propuesto en el Plan de la Economía la construcción de un consultorio, porque sí hay áreas reservadas para centros estatales en el Plan de Ordenamiento Territorial de la localidad”.
Lo anterior deja claro que cada organismo debe diagnosticar a tiempo sus necesidades, argumentarlas y presentarlas antes de abril del año precedente para, de ser aprobadas, incluirlas en los objetivos del próximo calendario.
Demanda pendiente
Si algo se aprecia ya cimentado es el gabinete de telecomunicaciones de Etecsa, “con el fin de responder a la demanda de traslados y nuevos servicios, en correspondencia con el desarrollo urbanístico del lugar”, refiere Yuniel Pérez Hernández, jefe del Departamento de Inversiones de la División Territorial.
La inversión, la de mayor alcance en la localidad y donde se registra la menor densidad de teléfonos por habitante, concibe atender, desde el fondo de la pizarra del estadio hasta unos 300 metros después de la línea férrea.
“Implica distribuir casi 10 kilómetros de cable, e instalar 200 postes, junto a la posibilidad de comercializar unos 600 servicios nuevos y el 50% de cuentas Nauta Hogar, tras resolver los cambios tecnológicos y traslados.
“Aunque se contempló en el plan de inversiones de 2022, estamos atrasados en el desempeño de la planta exterior, a causa de la escasez de postes. Dependemos de dos fuentes: importación e industria nacional, esta última insuficiente ante la demanda, y los pocos que se compran en el extranjero han respondido a diversas prioridades”.
Asimismo, “el déficit de combustible obstaculiza el inicio de las acciones”; en cambio, “propusimos la estrategia de activar los servicios por sectores. A medida que dispongamos de los recursos, queremos comercializar las capacidades de forma paulatina”.
Pérez Hernández señala otro escollo: el desorden en las construcciones y en las mangueras de agua, un asunto que dificultará la instalación de los postes y precisa del apoyo de los vecinos.
Tampoco podemos olvidar el quiosco de Cimex, una conquista de la comunidad escamoteada hace años. Pero ese será tema de otro reportaje. Hasta aquí salta a la luz la importancia de fiscalizar el ritmo constructivo, hacer respetar lo planificado y detener las ilegalidades.
Por lo pronto, corresponde entre todos enderezar el árbol torcido, y materializar la expansión controlada y armónica de Artemisa.