Al pepino (Cucumis sativus) se le considera una de las verduras más nutritivas y efectivas, como para incluirlo en toda dieta saludable. Tiene sus orígenes en la India, y los españoles lo trajeron al continente americano. Su producción ocupa el cuarto lugar a nivel mundial.
Es muy refrescante, quizá por su 97% de agua. Le distinguen propiedades antinflamatorias, antiduréticas, laxantes y antioxidantes. Rico en vitaminas A, B, C y K, además de calcio, cloro, potasio, zinc, fósforo y minerales como magnesio, azufre, silicio y ácido fólico.
Su consumo previene la osteoporosis y varios tipos de cáncer (útero, ovarios y próstata), reduce el colesterol, el azúcar y la presión en sangre. Estimula la función del riñón y favorece la digestión. Al ser bajo en calorías, contribuye con la pérdida de masa muscular.
Tratamientos, mascarillas y preparaciones hidratantes aprovechan las propiedades tanto en la cáscara como en su interior, para ayudar al fortalecimiento y cuidado de la piel, el cabello, la vista y las uñas. Reduce las ojeras, la inflamación e hidrata el contorno de los ojos; basta con dos rodajas de pepino fresco en esa zona.
El agua del pepino es una bebida alcalinizante; equilibra el ph del organismo.
Por María Caridad Guindo y Dairis Brito