La Patria necesita de todas las manos: no importa el tamaño, la belleza o el color, por eso los pequeños de la Fiscalía Provincial en Artemisa también llegaron al desfile por el Día Internacional de los Trabajadores. Los infantes cumplieron a cabalidad su misión de sotener, junto a sus padres, la bandera gigante que exhibió el órgano judicial frente al Mausoleo a los Mártires de Artemisa.
El pequeño Diego Alejandro Fraga aprovechó la oportunidad para lucir su uniforme de oficial del Minint, pues «a él siempre le ha atraído la labor de la Policía Nacional Revolucionaria. Ha crecido en una familia de plenas convicciones. Decidimos traerlo para apoyar nuestro proceso social y más en estos momentos, cuando existen tantas campañas de descrédito contra el país», explica Lisandra Belaustiguigoitia González, asistente del fiscal en el departamento de Procesos Penales.

Lázaro Ernesto prefirió también el ajetreo de la primera jornada de mayo. Trajo su banderita y la hiperactividad propia de casi cuatro años. Apenas quiso posar para la cámara, mientras su mamá Mary Nohemí Fuertes Martínez, fiscal provincial del Departamento de Protección a la Familia y Asuntos Jurisdiccionales intentaba atrapar su atención.

«Lo traje al desfile como una forma de inculcarle valores, entre estos el amor a la Patria, a la justicia y a la defensa de la legalidad, para que pueda seguir mis pasos y los de la familia. Desde ahora puede comenzar a definir su idiosincrasia, su futuro y consolidar su sentido de pertenencia, de modo que algún día venga por por sí mismo a estos espacios».
Los chiquilines representaron muy bien a la Fiscalía Provincial en Artemisa, que donó al Primero de Mayo más de 1 000 horas de trabajo voluntario, 50 donaciones de sangre y 460 horas de guardia obrera.