Al cumplirse 50 años de la fundación del primer destacamento pedagógico Manuel Ascunce Domenech, representantes del primer contingente se dieron cita en el Instituto Preuniversitario Ernesto Guevara de la Serna (Ceiba 1), para rememorar su constitución el 19 de mayo de 1972.
“Este centro fue protagonista de aquella epopeya y a lo largo de los años, ha puesto en alto a la educación cubana. Hoy acoge a varias generaciones de educadores, todos con un mismo ideal y cada día con el orgullo de ser maestros, hoy, mañana y siempre, porque somos el corazón de la labor educativa”, afirmó Caridad Cruz, directora provincial de Educación.

El encuentro de generaciones, durante el acto provincial, fue el pretexto perfecto para dialogar y reconocer a los fundadores de la proeza. El momento fue elegido también para abanderar a la sociedad científica Yo soy el Maestro, continuadores de la obra iniciada hace cinco décadas, precisamente por los precursores de la misma.
Los jóvenes de décimo grado, se convirtieron en docentes y estudiantes en las escuelas al campo, de reciente creación. La formación para convertirse en profesores de educación general se extendía por cinco años, y se combinaba la práctica con el estudio.
“Fidel estaba acá con nosotros todo el tiempo, de esos años recuerdo el día que estábamos de limpieza en los jardines y el Comandante llegó, se tiró del jeep y se puso a trabajar con nosotros. También jugaba baloncesto y un día nos repasó para la prueba de Historia. Se hizo la piscina por el pedido de los estudiantes; siempre fuimos escuchados”, rememoró Leticia Peñalver, miembro del primer contingente.
Otro de sus integrantes, Orlando Amaral, aseveró que, “nos sentíamos como una inmensa familia. Se hacía todo con mucho amor y estábamos donde hiciera falta, en el aula, en el campo. Esta etapa fue el centro de mi vida”,

Estuvieron presentes dirigentes de las organizaciones políticas y de masas del municipio Caimito, así como directivos y funcionarios del sector educacional.