Para los cubanos, replantearnos nuevas formas de hacer —con menos y bloqueados— demuestra la capacidad de desafiar momentos difíciles e incentivar mecanismos de gestión, producción y estabilidad. Las 43 medidas que pretenden fortalecer a la empresa estatal socialista, llegaron para enrumbarla hacia la trasformación, en mejores condiciones y con más ganancias.
Al realizar una rápida valoración de 2021, la UEB Conformadora de Guanajay, subordinada a la Empresa de equipos y aplicaciones Narciso Roselló (La Habana), tuvo que reajustar sus planes de producción en medio de una tensa etapa que afectó a toda la economía. Aun así, ese año instituyeron nuevas estrategias que le permitieron crecer, tanto en el territorio provincial como en el nacional.
Sucedió tras implementar ese grupo de regulaciones. Basta con inteligencia, control, sistematicidad, ciencia, innovación y constante búsqueda de soluciones, explicó Nayelín Cruz Hernández, directora de la UEB guanajayense.
“La premisa fue cuidar la salud de nuestro colectivo, mientras apoyábamos a la provincia y la dirección de Salud en el traslado de pacientes contagiados del virus. Cambiamos mentalidades, establecimos convenios laborales con la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), y se nos dotó de herramientas para continuar desarrollando la economía del centro”, añadió.
“Teníamos un plan de diez millones 400 000 pesos, sustentados en la fabricación de semiómnibus. Ante el contexto epidemiológico y la imposibilidad de materia prima, fue necesario reajustar la meta a 15 unidades; felizmente, se cumplió.
“Y en valores alcanzamos el 96% de lo previsto, con producciones alternativas después de realizar un estudio del inventario en nuestros almacenes, ampliar servicios y potenciar el ensamblaje de furgones KKCK”.
Ruedas que llevan su sello
Cuando en los establecimientos de TRD comenzaron a comercializar bicicletas, motos eléctricas y triciclos, la UEB Conformadora firmó alianzas y encontró una posibilidad de beneficiar su presupuesto, mantener la vitalidad de los talleres e incidir en el salario de sus trabajadores.
Tras la compra de estos equipos, los clientes y la entidad recaudadora de divisas reportaban quejas por su completamiento y garantías, pues se vendían por piezas y el cliente debía armarlas. Ahora ellos asumen el ensamblaje del kit, para cadenas de Artemisa y La Habana.
Desde noviembre de 2021 hasta la fecha entregaron más de 500 medios de transporte, con un alto estándar de calidad y bajo la supervisión de los proveedores de la marca china.
“Los resultados son satisfactorios. Sin embargo, no nos conformamos porque no significa un esfuerzo considerable en este colectivo habituado a propósitos mayores. Urge salir a hallar nuevos clientes y asumir otros encargos, si queremos convertirnos en una empresa filial a la actual.
“Y si hablamos de la capacitación para tal empeño, debo calificarla de mínima, a partir de la experiencia en la rama metal-mecánica de los trabajadores. Preparamos, aunque los directos a la producción son multifacéticos, incluso nuestros carroceros”.
Mantener esencias, asumir el futuro
Cuando esta UEB se creó, la fabricación de piezas metálicas sería su principal línea. En los años ’90 se insertaron en la carrocería especial sobre vehículo; en 2009 incursionaron en el diseño de aplicaciones (casetas) para la transportación de obreros, y actualmente conformar semiómnibus es una indicación de país.
No obstante, con el paso de los años ha descendido la cifra de encargos del Ministerio de Transporte, y para 2022 no tienen solicitud. Entonces los objetivos se sustentarán en la producción de aplicaciones, como al principio.
Cierto, eso “mantiene en pie” a la UEB, pero la transportación en zonas montañosas todavía es un adeudo: en todo este tiempo solo alcanzaron 1 326 semiómnibus, distribuidos por varias provincias y entre clientes que los solicitaron como la ZEDM o las FAR.
“El primer trimestre ha sido bueno, porque iniciamos con una serie de kits de furgones KKCK ya garantizados, y se prevé cumplir al 133% con utilidades para los trabajadores”, destacó Cruz Hernández.
“Las 43 medidas aprobadas para fortalecer la empresa estatal socialista responden a un reclamo propio; por eso en los últimos meses incentivamos la fabricación de estructuras metálicas como barandas, puertas, rejas o escaleras, contratadas por Cooperativas No Agropecuarias, Trabajadores por Cuenta Propia y Mipymes.
“Poseemos una cantidad de esmalte y aceite, a disposición de estas formas no estatales para procesos afines, junto a mantenimientos, cambios de filtro y servicio de pintura, que conforman nuestra cartera actual”.
Aunque las proyecciones son inciertas en 2022, el colectivo guanajayense insiste en explotar al máximo los recursos, flexibilizar cargos técnicos, distribuir utilidades y volver a contratar a jubilados, claves si queremos que empiece a respirar la economía cubana.